Alhaurín el Grande mantiene el pulso con la Junta por Barranco Blanco

El plan para la construcción de 1.466 viviendas en Barranco Blanco va camino de convertirse en un enfrentamiento perenne entre el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande y la Junta de Andalucía, que a finales de la semana pasada rechazó (por tercera vez) el plan urbanístico aludiendo a los «efectos negativos» que causaría en una zona de «gran valor ecológico» y con «déficit hídrico».

Frente a esta postura, el gobierno municipal emitió un comunicado en el que rechazaba ambos condicionantes y acusaba además al PSOE de «hipocresía», recordando que fueron los propios socialistas los que calificaron el enclave como urbano hace ya más de 20 años. En este sentido, el Consistorio indicó que ha llegado la hora de dar la cara frente a los promotores y los dueños del suelo: «El Ayuntamiento está exento de responsabilidades ante los propietarios de los terrenos y ahora será la empresa la que tendrá que exigir responsabilidades a la Junta de Andalucía, que es la que declara el proyecto inviable».

Con todo, desde la administración municipal sugirieron dos posibles soluciones para contentar a las partes. Por un lado, se propuso como alternativa reducir el número de viviendas y el techo edificable, lo que se compensaría con «infraestructuras turísticas basadas en el respeto al medio ambiente y en la potenciación de esta zona como un atractivo turístico medioambiental».

De otra parte, los responsables municipales de Alhaurín el Grande instaron a la Junta a aclarar si pretenden proteger Barranco Blanco calificando la zona como Parque Natural, tal y como han planteado algunos colectivos vecinales y ecologistas.

¿Parque natural?

En este sentido, fuentes del equipo de gobierno del PP indicaron que la medida sería apoyada por el Consistorio, aunque apostillaron: «siempre y cuando la Junta de Andalucía indemnice tanto a la parte privada como al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, que se ve gravemente perjudicado. Esta indemnización pública podría ser con mejoras de tipo medioambiental». No en vano, el alcalde, Juan Martín Serón, y sus concejales están convencidos de que el gran perjudicado de este conflicto es el pueblo de Alhaurín el Grande, pues va camino de perder una futura urbanización de lujo llamada a ser una fuente de riqueza y empleo.

En el comunicado se lamenta asimismo que la administración autonómica no haya tenido en cuenta las mejoras que se han introducido en el plan en los últimos dos años, en los que se ha logrado aumentar las cesiones para equipamiento y los espacios para zonas verdes, que han pasado de 169.000 a 790.000 metros cuadrados. Todo en una urbanización con una densidad que no iba a superar las 10 viviendas por hectárea.