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PINTADAS. Imagen de la entrada de la casa, en la que se aprecian los daños. / ÁLVARO CABRERA
Vecinos irrumpen y destrozan la casa de uno de los detenidos por abusos a una niña
MANGAS VERDES. PRESUNTOS TOCAMIENTOS EN UNA TIENDA DE GOLOSINAS

Vecinos irrumpen y destrozan la casa de uno de los detenidos por abusos a una niña

Los arrestados y los testigos permanecieron ayer en el juzgado hasta altas horas de la noche a la espera de prestar declaración sobre lo ocurrido

JUAN CANO

Viernes, 4 de julio 2008, 03:55

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La detención de dos hombres en relación a un caso de presuntos abusos sexuales a una niña ha despertado la indignación en la barriada malagueña de Mangas Verdes. Algunos vecinos, encolerizados, irrumpieron la noche de los arrestos en la vivienda de uno de los imputados, donde se vendían golosinas, y causaron numerosos destrozos.

Ayer, el inmueble amaneció prácticamente desmantelado. En la puerta de casa, situada en la calle Paredón Bajo, se encontraban apilados algunos muebles y restos de macetas destrozadas. Por el suelo, desparramadas, las chucherías que uno de los detenidos tenía a la venta para los pequeños de la zona.

La fachada de la vivienda se fue llenando de pintadas contra los arrestados a medida que transcurría el día. También por dentro. La puerta de la casa estaba abierta y desde ella se podía ver la situación en la que había quedado el interior. Todas las pertenencias estaban tiradas por el suelo, el mobiliario desordenado, las paredes con pintadas...

Investigación

Entre tanto, los detenidos pasaron la noche en las dependencias de la Policía Local, donde se instruyeron las diligencias del caso. Ambos pasaron ayer por la mañana a disposición judicial por su presunta implicación en los supuestos delitos de abusos y exhibicionismo.

Según informaron ayer fuentes cercanas al caso, el hombre de 58 años fue detenido como presunto autor, mientras que el de 35, que era en realidad el que regentaba el negocio de las golosinas, lo fue en calidad de supuesto cómplice. Fueron arrestados tras supuestamente ser sorprendidos por una vecina, familiar de una de las niñas, quien declaró que el mayor de los detenidos tenía los pantalones desabrochados y que la niña parecía estar muy nerviosa, según confirmó a este periódico la propia testigo.

La jornada fue ayer maratoniana en el juzgado de guardia. Los testigos, las menores y sus familiares permanecieron hasta altas horas de la noche en el juzgado de guardia a la espera de prestar declaración sobre lo ocurrido. También los detenidos. Al cierre de esta edición, aún no habían sido interrogados por la jueza.

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