Adiós comedor, hola problemas: cómo lograr que los peques coman más sano este verano
«Un capricho, vale, pero las vacaciones no se pueden convertir en una barra libre de alimentos poco saludables»
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Apenas llevamos dos semanas con los niños en casa y las ideas de desayunos, comidas, meriendas y cenas con un poco de fundamento ya empiezan ... a escasear. Entre el cambio de horarios, que las rutinas se relajan y esa sensación tan propia del verano de que todo vale –total, solo son un par de meses, en septiembre ya nos ponemos más estrictos– estamos a un tris de declarar los macarrones con tomate y el helado como el menú oficial de las vacaciones escolares.
¿Debemos ser más cuidadosos con lo que comen los críos durante las vacaciones o realmente no es para tanto? «La alimentación de los niños debe ser saludable todo el año. Que sea verano no justifica una barra libre de helados o napolitanas. Dicho esto, no pasa nada porque algún día se pasen un poco. Lo importante es lo que comen habitualmente. Los problemas empiezan cuando la bollería, los polos azucarados o los refrescos forman parte de su menú diario», advierte la doctora Carmen Pérez, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
La experta insiste en que «no se trata de ser súper estrictos ni de generar conflictos en casa –a nadie le apetece y menos en vacaciones– sino de negociar, proponer opciones divertidas y saludables y mantener unos mínimos». Es verdad que durante el curso escolar, muchas familias se apoyan en los menús del colegio para organizar el resto del día. Y en verano, sin esa referencia, la planificación de las comidas suele complicarse un poco más.
Además, los cambios de rutinas, con salidas constantes a la playa, la piscina o simplemente a dar un paseo por el pueblo hace que muchas veces organizar menús equilibrados pase a un segundo plano. Y después están los horarios, que tampoco es que ayuden demasiado a llevar una rutina. Al margen de todas estas 'dificultades', la doctora Carmen Pérez está convencida de que sobrevivir a esta barra libre de helados es «más fácil y divertido» de lo que piensan muchos padres.
Ensalada fría de legumbres
Para la secretaria general de la Real Academia de Medicina del País Vasco, «hay alimentos que siempre deben estar presentes: las frutas y verduras no pueden faltar. Y el verano es una época excelente para incluirlos en cualquier plato. Melones, sandías, cerezas, albaricoques, tomates, pepinos... Las posibilidades son infinitas. ¿Una idea fácil? Ensaladas frías con legumbres: lentejas o garbanzos combinados con tomate, pimiento, frutas troceadas y una proteína ligera como atún o huevo duro es una combinación perfecta para comer en verano porque es sana, refrescante y nutritiva».
LUNES
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DESAYUNO Yogur natural + plátano + tostada de pan integral con aceite de oliva
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COMIDA Ensalada de garbanzos con tomate, pepino y atún + sandía
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MERIENDA Hummus con palitos de zanahoria + fruta
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CENA Tortilla francesa con calabacín + tomate aliñado
MARTES
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DESAYUNO Leche o bebida vegetal + copos de avena con manzana y canela
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COMIDA Filete de merluza al horno + puré de patata y brócoli
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MERIENDA Pan con aguacate + puñado de frutos secos
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CENA Pasta integral con verduras salteadas y queso rallado + cerezas
MIÉRCOLES
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DESAYUNO Batido casero de fresas y yogur + cereales integrales sin azúcar
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COMIDA Vainas con zanahoria y huevo duro + melocotón
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MERIENDA Polos caseros de fruta (sandía, melón o mango)
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CENA Ensalada de tomate, queso fresco, atún y maíz + pan integral
JUEVES
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DESAYUNO Leche + pan integral con queso fresco + fruta (kiwi o pera)
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COMIDA Arroz con calabacín, zanahoria y pollo + rodaja de melón
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MERIENDA Macedonia de frutas + 1 yogur natural
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CENA Revuelto de champiñones y jamón + gazpacho
VIERNES
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DESAYUNO Tostadas con crema de cacahuete 100% y plátano + leche
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COMIDA Filete + ensalada de tomate y huevo duro + albaricoques
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MERIENDA Bocadillo de queso + fruta
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CENA Tacos de pescado con lechuga y yogur con frutas
SÁBADO
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DESAYUNO Yogur con granola casera y fruta + leche
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COMIDA Pizza casera con base de verduras (berenjena, pimiento, tomate) + melón
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MERIENDA Helado casero de yogur y fruta
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CENA Sopa fría de melón + una tortilla de espinacas
DOMINGO
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DESAYUNO Pan integral con tomate y aceite + zumo natural de naranja
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COMIDA Barbacoa saludable: brochetas de pollo/verduras + arroz + piña
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MERIENDA Frutos secos + batido natural
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CENA Ensalada de pasta con atún, tomate, aceitunas y maíz
¿Y si el crío insiste con los helados para el postre o la merienda? «Vale, hace calor, es normal que le apetezca algo fresco. Pero uno, no tres. Úna muy buena opción es prepararlos en casa con zumo de frutas natural o puré de sandía congelada. Están riquísimos, no hace falta añadirles azúcar y son mucho más saludables», propone la especialista.
Una queja habitual para justificar que el frutero esté más vacío de lo recomendado por los especialistas en nutrición es precisamente lo cara que está la fruta. «Sí, hay variedades que pueden alcanzar unos precios muy elevados, pero también tenemos manzanas, peras o ciruelas más asequibles. E incluso fruta de aspecto menos atractivo que, nutricionalmente, es igual de buena y se vende más barata. No hace falta siempre comprar la más vistosa», aconseja la experta.
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