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Málaga Custom Bike montó una exposición de bicicletas antiguas en la plaza de la Merced. / Yashmina García
MÁLAGA

El barrio de Picasso se reinventa

Comerciantes organizan exposiciones, talleres y conciertos para enseñar a la ciudad que el entorno de la plaza de la Merced es «mucho más que una zona de ocio nocturna» Medio centenar de locales se unen para revitalizar un enclave con gran potencial

SUSANA ZAMORA

Domingo, 4 de mayo 2014, 11:25

Nadie duda del tirón turístico y cultural de la plaza de la Merced y de todo su entorno. Picasso es reclamo incuestionable para cualquier visitante, pero más allá de su Casa Natal existe un potencial comercial y creativo aún desconocido para muchos. El barrio de Picasso es más que una zona de ocio nocturno y de tránsito para el turista. Es lugar de estudios creativos, de hoteles que a la vez son galerías de pintura, de restaurantes convertidos en salas de exposiciones o de ópticas con una visión para el arte sorprendente. Porque en este barrio no todo es lo que parece y muchos establecimientos son más de lo que muestran.

En total, 58 se han adherido a la Asociación del Barrio Picasso y ayer celebraron su primera acción conjunta, basada en actividades lúdico-culturales para dinamizar y sacarle partido a una zona con «infinitas posibilidades». Así lo cree la coordinadora de la iniciativa, Raissa Modesto, quien confiesa que con este proyecto -que celebrará su puesta de largo el próximo mes de junio con una presentación oficial y el respaldo institucional- se pueden crear sinergias y servir para que el trabajo que hacen todos los establecimientos de la zona tengan visibilidad.

Buena convivencia

Muchos son pequeños comercios y los más tradicionales conviven con los 'valientes' que acaban de constituirse y que buscan diferenciarse para salir adelante. Es el caso de 'La vida moderna', una escuela de costura dirigida por una joven que arrancó el pasado mes de febrero. «A mucha gente le sorprende que con mi edad me dedique a enseñar a coser, porque se asocia a personas mayores, pero hacerse uno su propia ropa vuelve a estar de moda», explica Lulu Moreno. Su local está en Madre de Dios, pero ayer lo sacó a la calle e impartió un taller práctico en la plaza Montaño, donde todas las plazas se cubrieron. Lo mismo ocurrió con otro infantil que se celebró en el mismo lugar. Impartido este último por el Estudio Creativo QArte, los niños de entre 4 y 12 años que asistieron se impregnaron del espíritu de sus organizadores: diversión con ideas originales. Para Sandra López, gerente de esta agencia y con sede en calle Madre de Dios también, asegura que el barrio de Picasso «somos pequeños comercios y muy variopintos, que podemos aportar ideas y proyectos diferentes».

La idea es que una vez al mes, los ciudadanos tengan una cita con ellos, con un enclave de la ciudad donde los distintos locales organizarán exposiciones y actividades que inviten a la participación. Ayer, concretamente, los amantes de las bicis comprobaron cómo una treintena de ejemplares antiguos siguen como el primer día, gracias a la exposición que Málaga Custom Bikes (calle Álamos) montó en la plaza de la Merced. El responsable de esta tienda de fabricación, reparación y personalización de bicicletas, Carlos Serrano, destacó la importancia de darle «vidilla» al barrio «para tener la oportunidad de mostrar lo mejor de todos nosotros».

El arte en este barrio se lleva dentro, tanto que en ocasiones nada es lo que aparenta. ¿Una óptica convertida en galería? Es posible de la mano de Óptica Visual (calle Alamos) que ayer inauguró una exposición en su local de la fotógrafa Silvia Grav.

Es el caso también del restaurante vegetariano Cañadú (plaza de la Merced), cuyo dueño fue visionario y hace 16 años supo ver todo el potencial que tenía la zona. Aún así, Francisco Urbano, cree que falta una buena señalización hacia el barrio, más zonas de sombra en la plaza y una solución al abandono que sufren los cines. Mientras tanto, se suma al proyecto con una exposición en su restaurante de 20 fotografías de Sergio Quintanilla realizadas con su móvil y que podrán verse durante un mes.

Otra de las muestras que desde ayer pueden disfrutarse es la que han montado las Buhoneras en una de las suite de la Hospedería Casa de las Mercedes (calle Hinestrosa) bajo el nombre de 'Nuestras santísimas, y la de Susana Becerra, en el resto del edificio. Para su director, Ignacio Benítez, la revitalización del barrio de Picasso es una necesidad para romper con la frontera que existe cuando se llega a la plaza Uncibay. «Solo hay que fijarse en la iluminación navideña para comprobar cómo al llegar a la calle Casapalma se pasa de la luz a la oscuridad», lamenta este empresario, quien cree que ha llegado el momento de «dignificar» esta zona como el resto del Centro Histórico.

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