Cuatro tronos llevaron la emoción al corazón de los perotes

Este año sí, Álora vivió la jornada del Jueves Santo en todo su esplendor. Los tronos del Señor de las Torres, Estudiantes, Amor y San Juan y la Virgen de los Dolores llevaron la belleza y la emoción a las calles del casco antiguo, que resplandeció en la primera de las grandes noches de la Semana de Pasión perota. Como es tradición, la bajada desde la antigua fortaleza árabe de las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres y del Cristo Crucificado de Estudiantes marcaron el inicio del Jueves Santo. El primero de ellos sorprendió a los presentes con un renovado aspecto, ya que estrenó nueva cruz, túnica y cabello.

La estampa de estas dos imágenes, obras ambas de Navas-Parejo, descendiendo desde el castillo hasta la plaza Baja con el Valle del Guadalhorce como telón de fondo es ya una postal icónica de la Semana Santa de Álora. Tras recorrer el entramado de callejuelas de la ciudad conocida como la Bien Cercada, los dos titulares se encerraron en la parroquia de la Encarnación, donde el Nazareno saldrá hoy de nuevo para participar en la multitudinaria fiesta que es la Despedía.

Frente a él estará María Santísima de los Dolores Coronada, que anoche también completó su clásico recorrido al calor cientos de fieles emocionados ante otro de los tronos más venerados por los perotes. Hasta cerca de medianoche, esta dolorosa del siglo XVIII y de autor anónimo sobrecogió el corazón de los vecinos en su procesión por los rincones emblemáticos del centro.

Poco antes, completaba el idéntico itinerario el otro desfile del Jueves Santo, el de María Santísima del Amor y San Juan Evangelista. Fue un cortejo emotivo y muy especial, ya que esta cofradía celebra precisamente este año su 40 aniversario.