Rafael Gómez: «Mi primer sueldo en Madrid era pésimo, pero yo quería aprender»
Fisioterapeuta
M. A. GONZÁLEZ
Domingo, 16 de febrero 2014, 02:38
Una lesión en un partido de fútbol le llevó a estudiar Fisioterapia. La rehabilitación hizo que a Rafael Gómez se le despertara el gusanillo por esta materia y que abandonara Administración y Dirección de Empresas. Este malagueño de Archidona estudió en Madrid y completó su formación durante un año en Brasil, donde se adentró en la kinesiología, la naturología o la quiropraxia. Después quiso regresar a Málaga, pero fue imposible encontrar un trabajo tras varios meses de búsqueda, así que la falta de oportunidades laborales en su tierra hizo que volviera a instalarse en la capital del país.
En su primer trabajo allí, Rafael Gómez reconoce que el sueldo «era pésimo», pero eso no le echó para atrás porque lo que quería «era aprender» y mejorar en su profesión para poder cumplir su sueño de abrir su propia clínica. Este joven de 29 años recuerda que los comienzos fuera de su provincia fueron duros porque «Madrid es muy grande», pero con el tiempo se fue adaptando: «Una vez que te acostumbras empiezas a aprovechar y disfrutar de todo lo que te ofrece esta ciudad».
A pesar de las dificultades iniciales, este apasionado por la fisioterapia sin dudarlo que «repetiría el mismo camino andado», aunque reconoce que ver poco a la familia y a los amigos no es fácil de llevar. Pero le compensa «la posibilidad de tener la mejor formación y aprender a ser totalmente autónomo».
Tras trabajar dos años mientras seguía formándose en osteopatía, Gómez decidió montar su propia clínica, Fisvital, un centro de fisioterapia con el que ha conseguido hacer realidad uno de sus mayores sueños.
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