La cafetería del Clínico entra en concurso de acreedores con impagos a 43 trabajadores

La empresa que gestiona la cafetería del Hospital Clínico Universitario -Rafael Sánchez Cano S. L. - se encuentra inmersa en un concurso de acreedores. El resultado de esos problemas económicos es que se les debe a los 43 trabajadores de la plantilla una parte de la paga extraordinaria de verano, el 30 por ciento de la mensualidad de noviembre, la nómina de diciembre y la paga extra de Navidad.

Fuentes de la empresa, tras ser consultadas ayer por este periódico, aseguraron que las dificultades económicas comenzaron a raíz de los retrasos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a la hora de abonar las cantidades por las comidas de los profesionales de hospital cuando están de guardia. «Aunque ahora sólo queda por pagarnos unos tres meses, nos hemos ido al hoyo. Por eso, nos encontramos en concurso de acreedores desde el pasado verano. En estos momentos, los pagos están en manos del abogado concursal», añadieron las fuentes.

Renuncia a la concesión

Hace más de un año, Rafael Sánchez Cano envió una carta al SAS en la que renunciaba la concesión de la cafetería ante la imposibilidad de continuar con esa gestión, que viene realizando desde hace 24 años, cuando se abrió el Clínico. Varios meses después de la renuncia, el SAS sacó a concurso público un pliego de condiciones para adjudicar el servicio de cafetería del hospital. Hubo tres empresas interesadas. Una de ellas ha desechado la opción de asumir esa gestión. La segunda ha indicado que en los próximos días anunciará si acepta la concesión. En caso de que su respuesta fuese negativa, entraría en liza la tercera empresa, que es la que lleva, por ejemplo, las cafeterías del Hospital Regional Carlos Haya.

«El problema es que la empresa que se quede con la cafetería del Clínico tendrá que asumir a la actual plantilla y hacer frente a las deudas contraídas por Sánchez Cano. Como somos más de 40 empleados, las empresas se lo piensan mucho antes de dar ese paso», afirmaron fuentes de los trabajadores, que temen por su futuro laboral. «Es una pena que se haya llegado a esta situación. Estamos muy intranquilos. No sabemos qué pasará con nosotros», agregaron,

La nueva concesionaria, además de hacerse cargo del personal y pagar los atrasos pendientes, deberá llevar a cabo una inversión para acometer la reforma de la cafetería de la planta baja del Clínico, que necesita una adecuación y una reestructuración. Asimismo, es necesario una mejora de la cocina. En cambio, se encuentra en buen estado la cafetería de personal, que está ubicada en la primera planta del centro hospitalario y que dispone de unas instalaciones en mejor estado.

Por su parte, fuentes oficiales del Clínico Universitario manifestaron que es un conflicto de la empresa con sus trabajadores en el que el hospital no tiene nada que ver. «El SAS solamente contrata los servicios de comida para el personal sanitario que está de guardia cada adía. Esa cantidad de dinero representa una mínima parte de la actividad económica de la empresa que lleva la cafetería», comentaron las fuentes citadas.