La larga huida de Javier Lendínez acaba en la cárcel de Alhaurín

Una huida de casi cinco años que acabó en el mismo lugar donde había comenzado: los juzgados de Marbella. El exconcejal del GIL Francisco Javier Lendínez, que en diciembre de 2008 incumplió su obligación de comparecer cada 15 días ante el juzgado que instruía el 'caso Malaya' y puso tierra de por medio, regresó ayer al punto de partida para comenzar a arreglar sus cuentas pendientes con la justicia, que no son pocas. El aterrizaje después de casi cinco años ha acabado de la peor manera para el exedil: el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, donde se llevó el 'caso Malaya', lo envió a la cárcel de Alhaurín de la Torre.

El exconcejal -que está condenado en sentencia firme a nueve meses de prisión por una causa urbanística y pendiente de comparecer ante el tribunal por los casos 'Malaya' y 'Saqueo 2', juicios celebrados mientras se encontraba en situación de rebeldía-, se entregó poco después de las 10 y media de la mañana de ayer tras haber regresado a España el pasado jueves.

Durante toda la mañana y acompañado de su abogado, Lendínez tuvo que asistir a un largo y penoso trámite: la comprobación una a una de todas las causas que tiene pendientes con la Justicia. Más de un centenar, según confirmó este periódico de fuentes judiciales. La mayor parte son cuestiones urbanísticas de la época en la que era concejal y formaba parte de la comisión de gobierno del Ayuntamiento, primero con Jesús Gil como alcalde y posteriormente con Julián Muñoz. Además de la pena firme a nueve meses de prisión, sobre Lendínez pesa una condena por una causa de alcance contable que lo obliga a devolver al Ayuntamiento de forma solidaria con otros exediles 17,8 millones de euros.

Ayer, cuando poco antes de las tres de la tarde concluyó la comprobación de todas las causas pendientes, el juez decidió enviar al exconcejal a prisión por considerar que había riesgo de fuga.

Se cierra así una prolongada huida que comenzó en diciembre de 2008, cuando Lendínez puso tierra de por medio, convirtiéndose en el segundo exconcejal prófugo del 'caso Malaya' tras Carlos Fernández, huido en junio de 2006. Evitó así entrar en prisión, donde debía cumplir la condena de nueve meses pactada con la Fiscalía.

La pista de Lendínez se perdió en Bali, donde al menos dos turistas procedentes de Marbella dijeron haberlo visto. El pasado jueves, un día antes de darse lectura pública a la sentencia del 'caso Malaya', aterrizó en Barajas en un vuelo procedente de Tailandia. Fue detenido en el aeropuerto por una orden de busca y captura y posteriormente puesto en libertad con la orden de comparecer ayer en el Juzgado de Marbella, donde lo estaban esperando desde hace cuatro años y diez meses.