El calvario de Ray Smith

«Sí, el baloncesto ha sido de las mejores cosas de mi vida, sobre todo Málaga, pero. necesito un trabajo, tío. Los recuerdos son bonitos siempre, pero ahora estamos en la vida real», cuenta en un reportaje que publica la Liga ACB en su web. Smith es un ejemplo más del deportista profesional que no ha sabido encauzar su vida por otros derroteros tras la práctica del baloncesto. A pesar de su enorme talento y físico, su amplía trayectoria deportiva no le permitió asegurarse el colchón económico suficiente para la vida después del baloncesto. Eso o que no supo gestionar sus recursos.

Ray Smith jugó tres temporadas y media en el Mayoral, donde formó un dúo fantástico con Mike Smith y, posteriormente, también militó una campaña en el Unicaja. La suerte de 'los Smith' ha sido muy distinta después del baloncesto. Mientras Mike es un consolidado empresario, Ray no ha encontrado su lugar, tras pasar por una inmobiliaria, un supermercado y dar clases de baloncesto a niños. «Ahora me gustaría que me diesen un equipo de niños. Soy bueno con ellos. Puedo enseñarles mucho. Llevo ya muchos años sin jugar y necesito hacer algo, pero con esta crisis está muy difícil», apunta.

Condicionado

Algunas malas decisiones a lo largo de su carrera lo han condicionado, como dejar la universidad pensando que jugaría en la NBA o un fichaje frustrado por el Barcelona que pudo cambiar su carrera por completo. En lugar de eso y tras sentar cátedra en el Mayoral, con el que fue máximo anotador de la Liga ACB en la temporada 1989-90, comenzó una carrera por equipos modestos del baloncesto nacional. Ahora, con 51 años, compite por otros objetivos: lo primero, un trabajo.

El reportaje completo sobre Ray Smith se puede leer en la web de la ACB y es obra de Javier Ortiz.