Un grupo de estudiantes extranjeros lidera uno de los huertos en las tecnocasas

Tres son las propuestas que hasta ahora ha recibido la delegación en Málaga de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) para implantar huertos urbanos en solares baldíos del Centro Histórico en los que estaba prevista la construcción de las 'tecnocasas'. Se trata de una iniciativa que, como adelantó este periódico el pasado miércoles, ha sido acogida con buenos ojos por parte de los actuales responsables de la Consejería de Fomento, en manos de IU. De esas tres peticiones, la más detallada ha sido elaborada por un grupo de estudiantes de varias nacionalidades para uno de los solares de la calle Cobertizo del Conde, en la zona del barrio de la Victoria, que lleva ocho años esperando acoger las frustradas 'viviendas del conocimiento'.

Más de un centenar de jóvenes forman parte de este grupo, que se empezó a gestar hace cuatro años como una forma de atraer a personas de otros países para que estudiaran idiomas en Málaga. El grupo fue creciendo y ha llegado a convertirse en un hervidero de actividades para sus miembros, que todas las semanas organizan eventos de senderismo, deporte, música, cocina, moda y todo tipo de talleres.

Todavía no están constituidos como asociación, se comunican fundamentalmente mediante una página en Facebook, pero están dispuestos a registrarse como entidad con tal de que la EPSA les pueda ceder formalmente el solar de Cobertizo del Conde, ya que está muy próximo a un local que tienen alquilado como sede para reunirse. Brian Justice, portavoz del colectivo, explicó que lo que quieren es «hacer algo bonito para el barrio». «Esta es una zona llena de solares abandonados a los que se les puede dar uso para cultivar flores u hortalizas», explicó Brian, quien reconoció que su intención es seguir los pasos del grupo de ciudadanos que desde hace un año cultiva un terreno cedido por el Ayuntamiento en la calle Zurbarán, en Fuente Olletas, junto al cementerio de San Miguel.

Modelo

«Ellos son nuestro modelo», sentenció Brian sobre este otro grupo, que se puso por nombre El Caminito y ha abierto su propia web (solarelcaminito.wordpress.com) y su página en Facebook. «Muchos de los jóvenes de otros países que forman parte del grupo echan de menos no poder tener aquí sus pequeños huertos como los tienen en sus lugares de origen. Para ellos cultivar es una afición y este proyecto no busca otra cosa», añadió el portavoz del grupo.

Por el momento ya han encontrado como aliada a una vecina de una casa situada justo junto a los terrenos del futuro huerto que incluso está dispuesta a cederles agua, siempre que se repartan los costes del recibo. No obstante, su intención es utilizar para el riego medios de reciclado de agua de la lluvia como depósitos o estanques. De esta forma, no necesitarían tener una toma como tal. «Podemos hacerlo todo nosotros y repartirnos los costes del mantenimiento de la zona entre los diferentes miembros del grupo. Cada uno tendría una porción de terreno para cultivar lo que quiera y habría también una zona común», comentó Brian.

En su proyecto prevén hacer crecer pantallas de vegetación para ocultar las medianeras de los edificios de la zona, realizar un almacén para guardar materiales y adecentar con un seto de plantas el muro que delimita el solar, en el que se abriría una puerta para que solo puedan acceder a él las personas implicadas en el proyecto. Toda una declaración de intenciones que, por ahora, cuenta con el respaldo de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento. El tiempo dirá si finalmente se hace realidad.