El abogado de Pantoja dice que ésta ya compró en efectivo tres pisos antes de estar con Muñoz

La sesiones del juicio por blanqueo de capitales que sienta en el banquillo de los acusados a Isabel Pantoja siguen centrándose en el análisis del patrimonio de la cantante que realizaron los expertos de la Agencia Tributaria antes y durante su relación sentimental con Julián Muñoz. El «cambio» de conducta económica-financiera de la cantante tras conocer al exalcalde de Marbella detectada por Hacienda, fue puesta en cuestión por su abogado, José Ángel Galán. El letrado defendió que no se produjo tal cambio y reveló que el apartamento de Guadalpín, que la cantante declaró haber abonado en metálico y la Fiscalía que fue pagado con dinero de procedencia ilícita de Muñoz, no fue el único inmueble que Isabel Pantoja compró en efectivo.

El letrado aseguró que entre 1995 y 2001, la cantante realizó tres operaciones inmobiliarias que fueron pagadas en parte o en su totalidad en metálico: dos en Sevilla y una en Almonte (Huelva). La primera se corresponde con la adquisición por parte de la sociedad Pantomar (de Isabel Pantoja) en 1995 de un piso y una plaza de garaje en la avenida de la Ciencia, en la capital sevillana, aunque el defensor no especificó la suma. La segunda está relacionada con la compra de dos viviendas contiguas y un local comercial en un edificio de la avenida Ramón de Carranza, por los que la cantante abonó 100.000 euros, y por último la compra, en 2001, de la casa en El Rocío por la que, según su abogado, pagó en metálico más de 93.000 euros. El perito de la Agencia Tributaria que estaba declarando en ese momento manifestó que tenía conocimiento de todas esas propiedades de la cantante, pero con «fuertes cargas hipotecarias».

En este punto, la representante del Ministerio Fiscal, María del Mar López-Herrero, insistió ante el tribunal que no constaba documentación alguna que acreditara las afirmaciones del abogado.

El especialista de Hacienda dijo que las investigaciones realizadas en la estructura económica y financiera de Pantoja y sus sociedades «no han permitido establecer que tuviera dinero atesorado ni fuentes de rentas que le hubieran permitido realizar inyecciones de efectivo en metálico tanto en cuentas propias como en las de sus sociedades». Es más, el perito recordó que ella misma declaró que «no tenía dinero atesorado».

«Las pruebas practicadas han demostrado que no tenía ese dinero atesorado: los riesgos que corría esta señora por tener dinero no declarado hubieran sido totalmente incongruentes con su no declaración», insistió el perito. «El haber declarado el patrimonio de 2002, el dinero que tuviera atesorado le hubiera supuesto 600 euros de deuda tributaria; el no haberlo declarado y que la Agencia Tributaria lo hubiera detectado hubiera conllevado un presunto delito fiscal por el concepto IRPF», apostilló

Aseguró, además, que Muñoz «sí» tenía dinero atesorado y que un «cúmulo de indicios» concluyen que fue él, y no Pantoja, quien pagó el apartamento en Guadalpín. Además, la rebaja aplicada al inmueble por parte de la promotora Aifos la vinculó directamente con Muñoz, quien «favoreció» a esta empresa desde el Ayuntamiento.

Reiteró que la sociedad de Pantoja que compró el apartamento «no tenía capacidad» para ese pago en efectivo y tampoco su propietaria. «Que yo sepa, que su cliente esté sentada aquí no es por pagar el Guadalpín con pecunio propio», espetó el funcionario de Hacienda al abogado de la cantante.