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Júzcar se preparó ayer para recibir de nuevo a los visitantes en el primer aniversario de su designación como pueblo pitufo. :: V. MELGAR
MÁLAGA

La aldea de oro de los pitufos

La economía de Júzcar se ha transformado un año después de ser pintado de azul El fenómeno ha atraído a más de 130.000 visitantes, ha propiciado la creación de negocios y hasta la llegada de una entidad bancaria

VANESSA MELGAR

Domingo, 17 de junio 2012, 19:46

Los pitufos se van de cumpleaños. Y es que las pequeñas criaturas azules celebraron ayer junto con los vecinos de Júzcar el primer aniversario del 'Primer Pueblo Pitufo'. Han pasado ya 365 días desde que la multinacional Sony Pictures eligiera a la localidad del Alto Valle del Genal, en la Serranía de Ronda, para dar el pistoletazo de salida a la promoción mundial de la película 'Los Pitufos 3D'. Desde entonces las calles de este pueblo, que cuenta con apenas 250 habitantes, han dejado de estar vacías para inundarse de ilusión y alegría. Según indicó el alcalde, el socialista David Fernández, han sido más de 130.000 personas las que han decidido visitar la localidad desde que ésta está pintada totalmente de azul: «El flujo de visitantes ha sido constante durante todo el año».

El fenómeno no ha dinamizado la economía de Júzcar sino que la ha despertado. Durante este tiempo se han abierto múltiples negocios como una bocatería, una tetería y una tienda de artículos de regalo, entre otras nuevas empresas. «Ahora están preparando su apertura una pizzería, un banco, de la entidad Cajasol y una clínica de enfermería», añadió el regidor que se mostró muy satisfecho con los resultados obtenidos y más aún en tiempos de crisis económica.

Silvia Fernández tiene trabajo gracias al 'Pueblo Pitufo' y atiende al público en 'El Caserón de Júzcar', una tienda de regalos sobre los pitufos que también ofrece la gastronomía de la comarca: «De momento solo abrimos los sábados y domingos, el pueblo ha cambiado muchísimo, es otro, sus calles han dejado de estar vacías».

Vuelta al blanco

Antonio Martínez también está encantado y solo lleva dos meses viviendo en Júzcar, antes residía en Canarias: «Mi mujer y yo nos hemos hecho cargo de la farmacia del pueblo». Él y el resto de sus vecinos no se plantean de momento volver a pintar de blanco sus casas. «Somos conscientes de que esto es temporal pero de momento queremos seguir siendo azules», dijo el alcalde que recordó que hace meses se llevó a cabo un sondeo popular para preguntar sobre la continuidad de la iniciativa. Los juzcareños y juzcareñas, que han apadrinado a los pitufos como unos vecinos más, votaron sí por mayoría absoluta.

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