El 'Atocha', una mina de oro
Un galeón español hundido en Florida aún guarda tesoros 30 años después de su descubrimiento: el último, una valiosa cruz del siglo XVII
L. DOMÍNGUEZ
Martes, 29 de marzo 2011, 03:31
Sean aprendió el negocio de su padre, Kim. Y éste del suyo, llamado Mel, un visionario que en los años 80 montó el negocio familiar. Todos ellos, los Fisher, son la saga de cazatesoros más conocida del mundo, unos auténticos sabuesos en esto de localizar fortunas escondidas en el fondo del mar. El patriarca, ya fallecido, además de una profesión de lo más aparente, dejó a sus descendientes una herencia un tanto singular: un barco... hundido cuyos restos había localizado en 1985: el 'Nuestra Señora de Atocha', un galeón español construido en La Habana en 1620 y que se fue a pique en 1622 en Cayo Oeste (Florida) por culpa de un huracán.
Lejos de ser una carga, el pecio es una mina de oro. Tal cual. Los Fisher llevan más de un cuarto de siglo explotando esa inagotable veta dorada que guardan a 17 metros de profundidad y de la que han extraído ya más de 85.000 objetos (monedas, lingotes, piedras preciosas...). Pero de vez en cuando sacan a la superficie algún resto de especial interés, como el que ayer presentaron en sociedad: una cadena de oro con un crucifijo, una singular pieza valorada en 180.000 euros. De más de un metro de largo, está formada por 55 eslabones, dispuestos como cuentas de un rosario, e incluye un medallón de oro con la imagen de la Virgen y un crucifijo con inscripciones en latín.
La joya fue encontrada por un equipo de buceo del conglomerado de empresas Fisher -una treintena de compañías-, que trabajaba en el extremo norte de la zona de hundimiento del 'Atocha'. Según los expertos de la firma, podría haber sido propiedad de «un miembro del clero», lo que les hace pensar que pueden haber dado con un nuevo filón: un alijo de riquezas propiedad de la Iglesia que iba estibado en el castillo de popa, la parte de la nave que aún no ha sido descubierta.
Así que, casi treinta años después de su hallazgo, el 'Atocha' seguirá facturando... y mucho. El galeón era un auténtico 'furgón blindado' que transportaba a Cádiz más de 40 toneladas de oro y plata en lingotes y barras, así como todo tipo de joyas y bienes de nobles de la época, muchos de los cuales aún descansan en el fondo del mar.
Con lo que ya han descubierto en estas últimas décadas, los Fisher se han hecho millonarios y han montado un emporio que incluye, por ejemplo, un museo en Cayo Oeste en el que muestran la parte del tesoro que no han sacado al mercado. En teoría, el cargamento pertenecería al Reino de España porque el 'Atocha' arbolaba pabellón de Estado, pero la familia siempre ha defendido -en un centenar de pleitos judiciales- esa máxima inglesa que reza 'finders keepers', que viene a decir 'el que lo encuentra, se lo queda'. Todo un razonamiento cuando hablamos de un tesoro que vale cientos de millones de euros.
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