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George Stephenson

Del padre de los ferrocarriles al hijo del Imperio

Albas y ocasos ·

Tal día como hoy nacía George Stephenson, quien irrumpiría en la historia de la ingeniería como «el padre de los ferrocariles», y moría Nerón, último emperador de la dinastía Julio-Claudia

maría teresa lezcano

Domingo, 9 de junio 2019, 00:22

George Stephenson 9-6-1781---- 12-8-1848

Nueve de junio de 1781, Northumberland, Gran Bretaña. Nace George Stephenson, quien irrumpiría en la historia de la ingeniería como «el padre de los ferrocarriles». Hijo de un minero inglés, Stephenson pasó su infancia guardando vacas autóctonas y su adolescencia como zapatero no menos autóctonamente remendón y, tras la ceguera absoluta de su padre, en calidad de minero sustituto, y ya había cumplido los dieciocho años cuando aprendió a leer y los veinte cuando adquirió sus primeras nociones de matemáticas, biología y mecánica. Eso sí, una vez alfabetizado y mecanizado, ya no hubo quien lo frenara y se profesionalizó diseñando artefactos de utilidad minera, que si una lámpara de seguridad para iluminar las entrañas terrestres, que si una máquina para surcar los laberintos de carbón, que si una locomotora, a la que llamó 'Pugging Billy' para facilitarles a los mineros la labor transportadora...

De ahí a la locomotora de vapor al aire libre sólo había un paso y Stephenson lo acometió inaugurando entre Stockton y Darlington el primer ferrocarril destinado al público, donde su 'Locomotion' se colocó a la cabeza de treinta y ocho vagones cargados con carbón y trigo, además de bancos para las seiscientas personas que se habían apuntado a la modernidad del jolgorio viajero y vaporoso. La fama de Stephenson quedaría consolidada con la construcción del ferrocarril de Liverpool a Manchester, y universalizada llenando de railes stephensonianos los suelos de Bélgica, Holanda, Francia, Italia y España, hasta que una pleuresía le cortó las alas de vapor ochenta años antes de que Fleming, mientras cultivaba bacterianamente en su laboratorio el staphylococcus aureus, descubriera la penicilina que habría podido añadirle a la existencia de George algunos raíles más. Si pasan por North Shields encontrarán el Museo Ferroviario Stephenson y si lo hacen por Londres su locomotora 'The Rocket' expuesta en el Museo de Ciencias. Cheers.

Nerón 15-12-37--- 9-6-68

Mil setecientos trece años, que se dice pronto, antes del nacimiento northumberlandés de George Stephenson, moría en Roma Nerón Claudio César Augusto Germánico, último emperador de la dinastía Julio-Claudia. Ascendió Nerón al trono imperial cuando tenía dieciséis años y tras la muerte de su padrastro Claudio, al parecer envenenado, no eufemística sino arsénicamente por Agripina la Menor, que ya era mayor aunque siempre jovenzuelamente apodada, además de cónyuge claudina y madre nerona, y lo abandonó a la fuerza cuando tenía treinta.

En esos catorce años se mantuvo harto ocupado con sus quehaceres mandatarios: ora finjo que me dejo aconsejar por mi tutor Séneca, que filosofa que da gusto pero que a cansino del estoicismo no le gana nadie, y por Burro, que no es un equus africanus asinus sino el Prefecto del Pretorio de nombre de pila Sexto Afranio, aunque después hago lo que me da la gana que para eso imperializo yo; ora ejecuto a mi esposa Octavia y me comprometo maritalmento con Popea, que tiene la piel alba por bañarse a diario en leche de burra, no siendo esta última pariente de mi Prefecto del Pretorio sino una genuina asna; ora se me revuelven los súbditos de Judea y los envío a todos a tomar viento de Diáspora; ora decido que mi propia madre Agripina la Menor, cada vez mayor y más mandona, representa un escollo para mi proyecto de vida y por ende le quito la suya y, tras haber intentado sin éxito envenenarla, ahogarla y aplastarla, la ejecuto finalmente por traición; ora invito cordialmente a Séneca a una copa de cicuta de buena añada para que deje de copiarme los epigramas; ora se me incendia Roma mientras estoy cantando el Iliupersis, poema épico donde los haya, y los senadores me echan la culpa del incendio, yo culpo a los cristianos y los cristianos a la voluntad de su Dios único; ora me apunto a los Juegos Olímpicos, oficialmente para mejorar las relaciones con Grecia aunque mi objetivo real es que el pueblo heleno en particular y el orbe en general sean conscientes del dominio romano y, soborno de los jueces mediante o voluntad del dios de los cristianos sumada, no me acuerdo bien, gano todas las coronas, que me llevo al imperio para exhibirlas en un precioso desfile en mi honor...

Cuando a Nerón se le rebeló el Senado por asuntos de política fiscal y lo declararon «enemigo público» de imperio, éste se deslizó Vía Salaria abajo, aunque cuando estaba a punto de ser capturado le pidió a su secretario Epafrodito que lo apuñalara antes de que lo apresaran los pretorianos. Ya sangrientamente epafroditado, a Nerón lo remataron simbólicamente con una Damnatio Memoriae, que venía a ser una manera póstuma y elegante de defecar en los muertos del muerto, al tiempo que comenzaban a asomar por el Imperio varios impostores que, declarando ser el propio Nerón redivivo, iban por el foro tocando la lira y desgañitándose con el Ilupersis, y coincidían en el denominado 'Año de los cuatro emperadores' sendos candidatos que se iban disputando la neroniana sucesión. Tempus fugit.

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