Acusan a un proxeneta de captar en Málaga a chicas con falsas ofertas de trabajo como modelo y asistenta
El fiscal afirma que las obligaba a prostituirse en un piso de calle Cuarteles amenazándolas con que no podrían regularizar su situación en España
Publicaba anuncios en los que ofertaba puestos de trabajo de modelo de publicidad y de interna para cuidar a una persona mayor. Sin embargo, todo ... era falso. Solo se trataba del anzuelo en el que picaban sus víctimas, a las que después obligaba a ejercer la prostitución bajo amenazas. Así asegura la Fiscalía que actuaba un supuesto proxeneta al que ahora sienta en el banquillo de los acusados para que sea juzgado por la Audiencia Provincial de Málaga.
Los hechos se remontan a 2016 y 2017. Entonces el Ministerio Público mantiene que el procesado utilizaba su domicilio, situado en la calle Cuarteles de la capital, como un prostíbulo. Explica que en la vivienda se ejercía la prostitución por distintas mujeres, a cambio de que le entregaran un porcentaje de las cantidades que obtenían por ello. El fiscal indica que en el domicilio también residía la madre del acusado, aunque dice que, pese a que sabía la actividad que allí se ejercía, no ha quedado acreditado que supiera que su hijo obligaba a las víctimas.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal recoge que el acusado contactaba con ellas mediante anuncios que publicaba en internet. En ellos ofrecía puestos de trabajo de diversa índole, tales como modelo publicitario, cuidadora de personas mayores o chica de compañía.
Después de ello, según el relato acusatorio del Ministerio Público, el hombre firmaba contratos con las víctimas. Una vez que tenía los tenía cerrados, le decía a las mujeres que lo que realmente iban a hacer es ejercer la prostitución, viéndose ellas obligadas a hacerlo, ya que el procesado, supuestamente, las amenazaba con el hecho de que, en caso contrario, las demandaría por incumplimiento de contrato y no conseguirían regularizar su situación en España.
El fiscal recoge el caso de una víctima que estuvo cuatro meses ejerciendo dicha actividad, hasta que consiguió huir de la vivienda aprovechando la ausencia del procesado. Asegura que contactó con ella en diciembre de 2016 ofreciéndole un puesto de trabajo como modelo publicitaria, tras lo que firmaron el contrato. Acto seguido, según precisa, le retiró el pasaporte y le dijo la verdadera actividad que iba a realizar, amenazándola con denunciarla y asegurándole que tenía contactos en extranjería. De esta forma se habría visto obligada a ejercer esta actividad, así como a mantener relaciones sexuales con él.
Solo unos meses más tarde, en abril de 2017, se puso en contacto con una menor de 16 años. El fiscal mantiene que concertaron que iba a ejercer la prostitución en su casa, que le entregaría el 50% de lo que obtuviera y que, a sabiendas de su edad, le habría puesto como condición mantener relaciones sexuales con él, algo que habría sucedido hasta en dos ocasiones.
Finalmente, en el escrito de conclusiones provisionales se recoge un último caso denunciado por una testigo protegido. A esta mujer, supuestamente, le ofreció trabajar como interna para cuidar a su madre. El fiscal dice que, de nuevo, tras firmar el contrato le dijo lo que en realidad tenía que hacer, viéndose obligada a ello tras las amenazas de que no conseguiría regularizar su situación en el país. Se marchó de la vivienda a los dos días, quedándose el acusado con el dinero que había obtenido por ejercer la prostitución.
Siempre según el escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía considera al procesado autor de cinco delitos de prostitución y uno más de abusos sexuales. Por todo ello, solicita que sea condenado a una pena total de 20 años de prisión y al pago de una multa de 12.960 euros.
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