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María Gil, con los gatos, en su finca de Almogía, donde construyó unas instalaciones para atenderlos. sur

«Ha sido una masacre; esto no lo supero, los gatos eran como de la familia»

La mujer a cargo de la colonia de felinos en Almogía relata la pesadilla que vivió hasta que descubrió, gracias a una cámara, que unos jóvenes habían matado a perdigonazos a los animales

Jueves, 29 de abril 2021, 00:20

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Eran 30. María Gil le puso nombre a cada uno y, pese a ser tantos, siempre se acordaba. Los describe casi como una madre lo ... hace con sus hijos. Porque esos gatos eran, dice, como de su familia. Invirtió ahorros, miles de euros, para tenerlos bien atendidos en una finca de su propiedad en Almogía, la misma donde, unos meses después, ha tenido que enterrar a seis de ellos. Eran Amatore, Valí, Hamisch, Snelly, Carey y Brownie. Supuestamente, un grupo de menores los mató disparándoles con carabinas cargadas con perdigones.

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