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Elena pérez
Domingo, 24 de diciembre 2017, 00:18
Durante estos días las abarrotadas calles del centro de Málaga se llenan de familias que salen a pasear para disfrutar de las luces y el ambiente festivo que impregna la ciudad. Los vendedores ambulantes saben que estas fechas son clave para vender sus tradicionales algodones de ázucar, globos y juguetes. Y es que los niños no dudan en repetir constantemente aquello de 'Yo quiero, yo quiero'. Para muchos padres, tíos o abuelos negarse a ceder a los caprichos de los pequeños de la casa se hace difícil. Llegados a este punto, y dado que el desembolso es prácticamente inevitable, ¿en qué toca hacer el gasto este año?
Sin duda, la principal novedad de esta campaña son los globos LED que se funden en el ambiente de luces navideñas y decoran aún más las calles de la mano de sus dueños, los niños, que los pasean orgullosos. En pleno siglo XXI los modelos de helio ya empiezan a quedarse anticuados y los pequeños, que se suben rápidamente al carro de las nuevas tecnologías, los prefieren transparentes con luces de colores.
Estos globos son de látex y cuentan con una cuerda LED y un 'palito' que los sostiene. Tiene un precio de 7 euros, lo cual resulta un poco caro para un globo que puede durar horas en mano de un niño. «Al menos estos no salen volando, como los de helio», comenta Lucía, una señora que pasea con su nieto. Por su parte Jessica García, vendedora ambulante, asegura haber vendido 100 ejemplares de estos famosos 'globitos' en apenas una semana.«Es la gran novedad de este año, todos los niños se acercan al puesto pidiendo uno», destaca.
Junto a ellos, las calles del Centro se colman estos días otras luces en el cielo que suben y bajan hasta caer entre la gente. Son otro de los reclamos esta Navidad: unas flechas tipo lanzadera que también incluyen bombillas LED. Su precio es algo más económico (2 euros) por una especie de helicóptero elástico iluminado que encanta a los pequeños.
Alrededor de un puestecito se arremolinan varios niños, el espectáculo no es para menos. Todos observan un cerdito con forma de bola que cuando es lanzado por su vendedor se expande al estrellarse contra la madera. Son los squishy splat ball, otra de las sensaciones de esta Navidad que tiene un coste de 2 euros.
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