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En la cola de la oficina de Correos una mujer acerca su móvil a la ventanilla y dice: “Mira lo que me está pasando, que he vendido un carrito de niño por Wallapop a alguien de Nigeria y ahora me dicen que tengo que enviar dinero por Western Union para recuperar lo que me han ingresado por Paypal”. La dependienta se quita las gafas para ver mejor la pantalla y le responde que “huele a estafa”, frase a la que se suma su compañera, que añade que “últimamente se están viendo muchas estafas de ese tipo al vender por Internet”. Pero este caso, real, no es nuevo. Es el conocido ‘timo nigeriano’ que vuelve a resurgir gracias al auge de las plataformas de compraventa en la red.
¿Cómo funciona? Mediante la técnica de phishing o suplantación de identidad. El modus operandi es una evolución de las conocidas ‘cartas nigerianas’. Un usuario pone algo en venta en la red y recibe el mensaje de una persona que dice estar interesada en el producto, pero que añadirá un extra al pago para que le enviemos el producto a un conocido o familiar suyo. Desde un hijo que tiene estudiando en California hasta un amigo que vive en Nigeria. No ponen ninguna pega al precio y se muestran generosos con los gastos de envío, explicando que harán el ingreso mediante Paypal.
Poco después de darle nuestro correo asociado de Paypal, recibimos un supuesto mail de la empresa donde aparece el pago. Pero aquí hay dos puntos interesantes. El primero es que aunque el remitente parece ser Paypal, la cuenta de correo es falsa y proviene de direcciones como paypal_verify@globomail.com (si nos fijamos, el dominio es @globomail.com y no @paypal.com). Esto es lo que se conoce como phishing, ya que suplantan la identidad de otros. El segundo punto interesante es que en el falso mail nos dicen que el dinero está retenido hasta que hagamos el envío e indiquemos el número de seguimiento, pero Paypal no retiene los pagos en las compraventas.
Si hemos picado con la primera parte y enviado el paquete, podemos ir olvidándonos de él. Aunque todavía queda un punto de estafa extra: el ingreso en Western Union. Días después del envío (a veces incluso antes de hacerlo), recibimos un nuevo correo supuestamente de Paypal donde se nos dice que el vendedor ingresó ‘sin querer’ más cantidad del precio acordado. Por ello, se nos pide que enviemos por Western Union ese importe para que Paypal nos pague a nosotros el total. Si lo hacemos, de nuevo perderemos lo que enviemos.
El ‘timo nigeriano’ se suele dar sobre todo en las ventas, pero las compras tampoco están libres de él. Para evitar caer en la treta de los timadores hay que tener presentes varias cosas. Por un lado si al realizar una venta no vemos el dinero reflejado en nuestra cuenta de Paypal o banco, quiere decir que no lo tenemos en nuestro poder. Como se ha explicado, Paypal no retiene el dinero hasta que se le muestra un código de seguimiento del envío. Asimismo, hay que fijarse muy bien en las direcciones desde las que nos llegan los correos electrónicos, para no caer en el phishing. Por último, usar el sentido común. Si el mensaje nos suena extraño, está mal escrito y nos piden hacer envíos al extranjero, mejor dudar a perder el dinero o el producto que queremos vender.
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