Secciones
Servicios
Destacamos
EUROPA PRESS
Jueves, 23 de marzo 2017, 17:26
Dos estudios recientes, dirigidos desde sendas instituciones españolas, han confirmado que varias especies de abejorros y también el gorrión alpino se encuentran bajo un serio riesgo de desaparición, debido sobre todo al cambio climático que se experimenta en la Tierra con el paulatino aumento anual de las temperaturas.
Por un lado, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en colaboración con las universidades de Salamanca y de Murcia, han analizado cómo el cambio climático y la actividad humana amenazan la diversidad de abejorros (Bombus) en la cordillera de los Pirineos, al no detectar la presencia de nueve especies y dos subespecies de este tipo de abejas, entre las registradas anteriormente en esta cordillera.
"Declives similares también se han constatado en zonas de Norte América, Asia y Europa", según ha informado la UCM a través de un trabajo que se ha publicado en la web Zootaxa. En concreto, y además de su importancia biogeográfica por la concurrencia de fauna mediterránea, europea y de alta montaña, los Pirineos es la zona ibérica más rica en estos insectos.
Concepción Ornosa, profesora del Departamento de Zoología y Antropología Física de la UCM y coautora de la investigación, ha afirmado en este sentido que "anteriormente, se conocían 37 especies de abejorros en los Pirineos, mientras que ahora se han encontrado 28". En el dosier se ha analizado una muestra de 1.622 individuos; y de las 28 especies encontradas, 14 han sufrido reducción de sus poblaciones.
En la mayoría, además, se ha observado un acortamiento del rango altitudinal y una tendencia ascendente, es decir a asentarse o permanecer en zonas más altas y mejor conservadas. Algunas de estas especies están incluidas en las Listas Rojas de Especies Amenazadas de España y de Europa (de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
El papel de los abejorros en los ecosistemas silvestres parece esencial. "Las especies del género Bombus son de las mejores polinizadoras agrícolas y no tienen rival en los cultivos de invernadero", ha apuntado la investigadora, quien ha identificado como causas de este descenso el cambio de usos del suelo, la introducción de biocidas en la agricultura desde hace décadas, el calentamiento global o la infección por patógenos.
"La pérdida de hábitat, es decir, la pérdida o reducción de pastos o de matorrales de las montañas hace que los abejorros carezcan de sus recursos alimenticios principales e incluso de lugares adecuados para construir sus nidos -ha añadido Ornosa-. Esto repercute en la reducción de sus poblaciones y en sus posibilidades de supervivencia".
Lenta desaparición del gorrión
Por otro lado, la ONG ambiental SEO/BirdLife ha alertado sobre el impacto que la despoblación rural y el cambio climático tienen sobre la biodiversidad, en concreto sobre el gorrión alpino, en el marco de la recientísima celebración del Día Mundial de esta especie.
El alpino, que es una de las cinco especies de gorriones que habitan la Península Ibérica, es propio de cumbres montañosas donde existen neveros. Y, de esas cinco variantes, es la más afectado por el progresivo calentamiento del planeta por culpa del cambio climático.
Asimismo, SEO/BirdLife ha explicado que, cuando el ser humano abandona un espacio, a menudo estas aves siguen su camino aunque ha añadido que hay otros factores que están contribuyendo a su declive. Entre ellos, la intensificación agraria, que también puede derivar en menos gente en campo; y el uso de pesticidas.
En la ciudad, se suman cuestiones como la escasez de alimento, la contaminación atmosférica o la ausencia de lugares de nidificación. Así, la ONG ha alertado de la situación que sufre tanto el gorrión común como el molinero, una especie de menor tamaño y aspecto delicado. Ambas guardan una estrecha relación con la actividad humana, hasta el punto de que anidan en edificios y otras construcciones.
Según los datos del programa de seguimiento de aves comunes en primavera de SEO/BirdLife, el gorrión común ha experimentado un declive global de su población por encima del 15% desde 1998; mientras que el gorrión molinero presenta una caída del 6%.
Respecto a otras dos especies de gorriones, el chillón y el moruno, las poblaciones en cambio han aumentado desde 1998 gracias a su expansión por diferentes zonas de la península. En ambos casos, su dependencia de la actividad humana es menor.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.