Hay una bicha en el árbol
Descubren una serpiente venenosa entre los adornos de un abeto en Australia en lugar de los típicos objetos navideños
J. LUIS ÁLVAREZ
Martes, 20 de diciembre 2016, 01:10
Ni es la primera vez, ni será la última. Los tradicionales árboles de Navidad, con excepción de los sintéticos y cada vez mejor fabricados, atraen a especies de la naturaleza tales como pájaros, ardillas y algún que otro ofidio más o menos peligroso. Y eso fue lo que se encontró la propietaria de un bonito árbol de plástico instalado en su casa de la ciudad australiana de Melbourne.
La serpiente, culebra o bicha fue descubierta por Cheryl -así se llama la dueña del abeto-, cuando el pasado domingo observó que junto a las bolas y las velas del árbol había una guirnalda que se movía libremente de rama en rama. En lugar de liarse a palos con el animalito, la mujer decidió que antes de tocarlo, lo mejor era consultar a un experto. Y es que en Australia viven 20 de las 25 especies de ofidios más venenosas que hay en el mundo, incluyendo la serpiente tigre, que puede medir hasta 2,9 metros y habita en las áreas costeras.
Y precisamente a esta especie pertenecía la culebra 'navideña'. «Era una serpiente tigre. Son muy mortales, pero sólo si les haces daño», explicó a la agencia AFP el cazador de reptiles Barry Goldsmith, que se hizo cargo de atrapar al animal. «Probablemente entró por una puerta abierta, pero Cheryl fue muy sensata», dijo este experto.
Goldsmith alabó el comportamiento de la mujer, que simplemente sacó una foto y la mandó. «20 minutos después tenía el bicho en una bolsa», apuntó este hombre, que consideró que, posiblemente, la serpiente buscó en el árbol el sitio más parecido al lugar donde habitualmente caza para echarse algo al estómago.
Más cerca, en España, otro ofidio también ha protagonizado una anécdota. Una patrulla de agentes medioambientales de Castilla-La Mancha encontraron en medio de una carrera a las afueras de Turleque (Toledo) una boa constrictor. En este caso, la 'bicha' tenía unos considerables dos metros y hacía pocas horas que había muerto atropellada, cuyo conductor debió de creer que se trataba de la rama de un árbol. Los agentes, que investigaban en la zona un caso de caza furtiva, tratan ahora de aclarar la procedencia de la boa. Sin embargo, todo apunta a que «se habría escapado de algún terrario, ya que estos animales tienden a fugarse por los conductos de ventilación de las viviendas o a través de los retretes», según explicó el presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Martín. Otra hipótesis es que su dueño la hubiera liberado en el campo por no poder hacerse cargo de ella.
El caso es que Toledo es ya famoso, sobre todo en estas fechas, por otro tipo de culebras, también denominadas anguilas. Típicas de esta provincia castellano-machega, están elaboradas con mazapán. Se presentan enroscadas y adornadas con frutas escarchadas y otros dulces. Estas bichas a buen seguro que en los próximos días harán las delicias en numerosas mesas navideñas.
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