Tadeo Furest: «La procesión de la Virgen de la Esperanza en Roma debe extenderse a todo el mundo cofrade, no solo a Málaga»

Hasta ocho imágenes marianas con esta advocación reciben cultos en torno al 18 de diciembre, un día grande en el que el color verde se deja ver en el Centro Histórico, El Molinillo, Cruz de Humilladero, Nueva Málaga, la Trinidad, Miraflores de los Ángeles y, cómo no, en El Perchel, donde habita una de las Dolorosa más antiguas y con mayor devoción de la Semana Santa de Málaga, la Virgen de la Esperanza Coronada.

El albacea general de la archicofradía que le rinde culto es Tadeo Furest Durán (1980), madrileño de nacimiento, aunque malagueño y esperancista confeso. «Nací en Madrid, porque mi padre era Policía Nacional y estaba destinado allí, pero mi familia es de la provincia de Málaga; mi madre, de San Pedro de Alcántara, y mi padre, de Parauta, en la serranía de Ronda», aclara Furest, que es licenciado en Historia y en Historia del Arte, si bien sus habilidades comunicativas, su sapiencia en materia cofrade y su interés por conocer otros lugares, otras culturas, le han llevado a formar parte del equipo de 'Bajo Palio', el programa de la Semana Santa de Canal Sur Radio, y a ejercer agente de viaje.

-¿De dónde le viene su vínculo por la Archicofradía del Paso y la Esperanza?

-De nacimiento. Soy hermano de nacimiento por devoción familiar. En realidad, mis padres no eran hermanos, pero sí había gente cercana que lo era, así que, aquí estoy. Ya son 43 años, casi para los 44, que soy hermano de la Esperanza.

-¿Es cofrade de alguna otra hermandad?

-Sí. De las cofradías del Rocío, Humildad y Cautivo. Cada hermandad, por una historia distinta. Ese es mi currículum de cofradías.

-Y albacea general del Paso y la Esperanza

-Efectivamente. Soy albacea general desde el primer mandato de Carlos López Armada. Por tanto, voy camino de una década. Con anterioridad, con Juan Antonio Bujalance, entre los años 2002 y 2006, fui albacea, digámosle, raso.

-Así, sin anestesia: ¿Qué tiene la Virgen de la Esperanza?

-Mire, en mi día a día está presente la Virgen de la Esperanza, obviamente, por mi cargo. Ser albacea general de la Esperanza te exige estar todos los días en la cofradía, con ella, incluso, en verano. Cuando otras cofradías, digamos, reducen la actividad en determinados meses, en la Esperanza siempre hay algo que hacer, entre otras cosas, porque, además, tengo a cargo la basílica y eso implica que hay mucho trabajo que requiere mucha constancia. En el plano devocional, la Virgen de la Esperanza es el centro de mi vida y, en torno a ella, vivo mi forma de ser cristiano. Y en el día a día, está en las amistades, está en las relaciones personales con la gente, incluso, en la relaciones laborales. La Virgen de la Esperanza te abre puertas, te abre muchas puertas en positivo. Vas con el nombre de la cofradía a cualquier sitio a comprar en una tienda, por ejemplo, y cuando pides la factura a nombre de la archicofradía, sin decir nada, te dicen: «Ah, de la Esperanza; bueno, entonces arreglamos el precio, que no sabía que era para la Esperanza. Cosas así te pasan cuando dices que eres de la Esperanza de Málaga.

-Usted percibe, por tanto, la devoción por la Virgen de la Esperanza.

-Sí, sin duda. En Málaga y fuera de Málaga. La gente te cuenta historias muy bonitas que tienen que ver con la Virgen de la Esperanza. Sin ir más lejos, ahí está la demanda que hay de pañuelos de la imagen. Los devotos piden pañuelos para los enfermos o para una persona que esté tomando una medicación especial, delicada, y cuando acabado el proceso, bien o mal, porque no somos eternos, la familia entrega a la Virgen un pañuelo nuevo que es para otro devoto que lo necesite. Es un consuelo que, a veces, se nos escapa un poco de la mentalidad humana.

-¿La esperanza es lo último que se pierde?

-No. Creo que la esperanza no se pierde nunca. Como le decía, es el centro de mi vida y la ves continuamente, sobre todo, en tus problemas. Cuando parece que todo va mal, que estás en un pozo sin fondo y que vas a tocar el suelo, de repente, por lo que sea, aparece ella. Obviamente, como creyente, no va a ser lo último que se pierde. No se pierde nunca. Es imposible perderla.

-¿Tiene la esperanza de ver a su Virgen en gran retablo barroco?

-¡Por supuesto! El sueño de cualquier archicofrades pasa por ver culminada la basílica con un gran retablo que tenga la categoría de la Virgen. Poco a poco se van dando pasos en ese sentido. Es nuestro sueño, pero cuando se pueda.

-¿Es partidario de que los titulares presidan un gran retablo juntos o por separado?

-Yo soy de la opinión de que presida la Virgen y que el Cristo tenga también un gran retablo con el sagrario, como capilla sacramental. Soy partidario de la separación de las imágenes. La Virgen necesita un camarín para su devoción, mientras que la combinación del Señor con el sagrario sería ideal.

-¿Cómo sería, para usted, ese gran retablo para la Virgen de la Esperanza?

-Debería ser algo clásico, de madera dorada, que es el lenguaje usado en su trono, barroco. Todo lo que está en torno a la imagen está en esa línea.

-¿Y el retablo del Nazareno del Paso?

-Sería un gran retablo de plata, con un diseño renacentista. Esta estética casa perfectamente con la línea del Señor. Pero eso, ya, lo dejo a los profesionales del diseño.

-¿Van a pedir diseños, como hicieron con el nuevo manto de la Virgen?

-Esto está parado, porque la archicofradía tiene ahora mismo otras prioridades. Hay, antes, otros grandes proyectos. Uno ya está en marcha, como son las peanas de los titulares para la basílica, que están ejecutado los talleres de Ramón León con diseño de Javier Sánchez de los Reyes. Estas peanas van a ser un impacto para Málaga, sin duda. Estarán en torno al año 2025. Y en 2025 sería la salida de la Virgen de la Esperanza en Roma, que va a absorber mucho a la cofradía, y también tenemos la realización del nuevo manto dibujado por Sánchez de los Reyes. Económicamente, este proyecto se va a llevar una partida importante. Ahora estamos en el proceso de pedir presupuesto a los talleres que se han asignado.

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-Por lo que dice, la finalización y colocación del retablo o retablos nos va a pillar muy mayores.

-Soy de los que piensan que me va a costar trabajo verlos, pero nunca se sabe. La archicofradía, como es un órgano vivo, tiene personas que, a lo mejor, quieren impulsar este proyecto, pero, bueno, ahora mismo este asunto está bastante parado. No se está haciendo nada a este respecto, porque los últimos presupuestos solicitados eran demasiados elevados.

-La ejecución del manto también supondrá un costo importante.

-Sí, pero ha habido un impulso en este proyecto del manto. Ha llegado de una herencia familiar. Se ha pensado que sería factible y, además, es necesario para seguir completando el trono de la Virgen.

-¿La herencia sufragará el manto?

-No al cien por cien, pero cubrirá una parte importante, que irá destinada a este proyecto.

-La basílica también precisa reformas, ¿no cree?

-Sí, sin duda. No es solo levantar un retablo. La basílica necesita muchas más reformas. Por ejemplo, precisamos ampliar los columbarios de aquí a nada de tiempo. No tengo ni idea de cómo, pero es cierto que los columbarios disponibles van llegando al límite y, lógicamente, es un servicio continuo y diario que requiere una ampliación.

-¿Tiene esperanza de ver a su Virgen en Roma con motivo del Jubileo de las Cofradías, en mayo de 2025?

-Esto es algo que nos ha venido por sorpresa. Ni en sueño se nos había ocurrido algo así. Estamos en ese proceso de espera para saber lo que va a pasar, pero es cierto que estamos trabajando en ello desde el mes de febrero. Si Dios quiere y se confirma, esto no debe ser un acontecimiento solo para Málaga o para la Archicofradía de la Esperanza. Debe extenderse a todo el mundo cofrade, porque, ya que es por el Jubileo de las Cofradías, debe ser algo compartido. En este sentido, yo no concibo la Archicofradía de la Esperanza sin compartir. La hermandad abre siempre sus puertas a todo el mundo. Particularmente, invito a gente, en muchas ocasiones, a que vengan a la Esperanza a colaborar, siendo o no hermano. Luego, la Virgen se ocupará de otros trámites que no me atañen a mí. Se disfruta más cuando la Esperanza se comparte.

-¿Cuándo tendrán la confirmación?

-Según nos dicen, a finales de este año, que ya estamos, o al principio del 2024.

-¿Y tendría que llevarse a cabildo para su aprobación?

-Bueno, depende de cómo venga la petición. Tenga en cuenta que esto viene de la Santa Sede y no tendría sentido que la archicofradía tuviera dudas.

-¿Cómo sería ese traslado a Roma?

-Todavía hay muchos detalles por perfilar. Se están dando pasos en temas de logística, pero no sabemos todavía, con exactitud, cómo vamos a llevar el trono. Desmontado, seguro. No sabemos si será en barco o la mitad, en barco, y la otra mitad, en tráiler. Lógicamente, lo hará una empresa especializada en el traslado de obras de arte. Se hará con las máximas medidas de seguridad, tanto para las piezas de patrimonio como para la Virgen.

-¿Y el traslado humano? Porque solo con los hombres de trono, ya hablamos de varios centenares.

-Yo creo que habrá un traslado masivo de personas. ¿Cómo se va a gestionar esto? Tampoco lo sé a día de hoy, pero este es el último de los problemas que tenemos encima de la mesa. Cuando llegue el momento, lo veremos. También estamos estudiando el entorno de esta celebración. O sea, hay muchas cosas por concretar.

-¿Cuándo sería esta procesión de la Virgen de la Esperanza y el Cristo de la Expiración, 'El Cachorro', de Sevilla?

-El sábado 17 de mayo de 2025. No hay muchos más datos al respecto. Ni si sería por la mañana o por la tarde, ni itinerario.

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-¿Quién pagaría los gatos? Porque supondría una partida económica extraordinaria.

-Imagino que habrá algún tipo de subvención, porque barato no será. Están trabajando en ello los que tiene que trabajar. Lo está haciendo la comisión, de la que forma parte la cofrade malagueña Paloma Saborido. Habrá un plan de viabilidad económica que, obviamente, está para afrontar esto.

-Volviendo al principio, me decía que el cargo de albacea general le tiene ocupado todo el año.

-Sí. El culto diario de la basílica tiene ya, de por sí, su tarea. Encima, en los últimos años hemos participado en dos magnas. También se ha elevado el nivel de exigencia de los cultos dentro de la basílica. Todo eso implica un trabajo previo de mucho tiempo. Incluso, aprendes oficios. Ahora, por ejemplo, estoy aprendiendo a soldar. Y un día aprendimos a dorar, otro día, a pintar... En lo personal, es útil.

-¿Cuántas personas tiene a su cargo?

-En el grupo de albacería hay unos 15 o 20 personas. Unos van, otros vienen. Siempre les digo que hay un escalafón de preferencias en la vida. Primero está la familia. Luego, el trabajo. Y les pido que en el tercer o cuarto puesto esté la cofradía. Si inviertes el orden y pones la cofradía en el primer lugar o segundo, te estás equivocando. Es bueno que la cofradía sea importante en tu vida, pero no puede anteponerse a la familia ni al trabajo. Eso sí, si no vienes a la cofradía porque te vas a jugar al pádel, entonces sí pongo mala cara (risas).

-¿La juventud está por echar una mano en estos menesteres?

-La verdad es que cuesta, pero esta queja ya la escuchaba cuando yo tenía 20 años. A todas las generaciones nos cuesta ver que los de atrás empujan. Quizá pensamos que esa inquietud va descafeinándose. Nosotros, por ejemplo, hacemos una programación para el montaje de los cultos. Se va haciendo por metas, intentando respetar el horario de misas de la basílica. Un día se monta el entarimado otro, la escalinata otro, el dosel otro, la cera, las flores... y, así, va creciendo poco a poco el culto. La gente, de esta manera, se va adaptando y organizando para venir a trabajar.

-Por cierto, descríbame el culto de este año.

-Seguimos la línea de los últimos años. Soy partidario de no variar mucho. Hemos encontrado una fórmula que creemos que le va bien y lo que hacemos cada año es intentar mejorar ese culto. O se, en la misma línea del año pasado. El besamanos será a partir del 18 de diciembre, el día de la solemnidad de la Esperanza, y hasta el 21. Hay mucha gente que viene de fuera y se extiende el besamanos más días, no solamente el día 18. Para el besamanos, la Virgen estará lo más cerca posible a la gente.

-¿Cómo vivirás el día de la Esperanza?

-Pues estaré en la basílica. Es un día de rencuentro. Estás con gente que no ves a menudo. Siempre hay tiempo para un café por allí, para hablar con unos y con otros. Estaré por allí para lo que haga falta.

¿Le da tiempo a hacer la ruta de las otras vírgenes de la Esperanza?

-No, no me muevo de la basílica, porque, donde me gusta estar es allí. Cuando he visto otras Esperanzas, ha sido fuera del día 18. El 18 no me muevo de la basílica. Después, depende de cómo haya caído en el calendario, veo algo de Málaga, pero ver las Esperanzas de Sevilla, por ejemplo, es más complicado. En todo caso, tendría que ser a partir del 18.

-En clave cofrade, complete esta frase. Tengo la esperanza de...

-De encontrar la unión de los cofrades.

-¿No hay unión?

-No la hay.

-¿Pero es algo que detecta ahora o nunca ha habido unión desde que usted tiene uso de razón cofrade?

-Yo creo que siempre ha sido así. Veo sectores, por ejemplo, hombres de trono, capillitas, bandas... que cada uno va por un lado. Con la cantidad de enemigos que tenemos fuera, me parece una pérdida de tiempo estar discutiendo entre nosotros. Al final, los problemas vienen cuando hay gente que no tiene nada que hacer. Cuando estás implicado en algo, no te preocupas ni de hablar de unos ni de otros. Te centras en tu trabajo, en perfeccionar tu trabajo dentro de la cofradía, en que todo esté como debe estar. Al final, los problemas vienen un poco por ahí. Hay gente que tampoco tiene una experiencia de trabajo en una cofradía y no sabe verdaderamente lo que cuesta. Todo el mundo tiene su trabajo, su familia... pero después tienes que sacar tiempo para la cofradía. A veces, la suma de números y horas del día no cuadra.

-¿Imagino que estará contento con que la banda de cornetas y tambores de la cofradía vaya detrás del Nazareno del Paso el próximo Jueves Santo.

-Sí. Es una decisión anhelada por mucha gente y ha llegado el momento. Estoy bastante contento. Es más, soy el mayordomo del trono del Nazareno del Paso. Por tanto, es algo que me llega muy de lleno. Será mi primer año como mayordomo titular del trono y estamos trabajando en ello, como dicen los políticos.

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-Para terminar, un deseo para la próxima Semana Santa.

-Le podría decir que no llueva, pero es algo que lo tengo superado. A mí no me afecta que llueva o no llueva. Como le he dicho, estoy en la cofradía continuamente y la disfruto, incluso, otros días más que el Jueves Santo. Tenemos una historia que creamos el año pasado y mi entorno y yo la hemos titulado como 'el día más bonito de la Cofradía'. Para nosotros ha desbancado el día de la Virgen, que es una jornada preciosa, el besapiés del Cristo o el mismo Jueves Santo. Es una procesión que ya hicimos el año pasado en cuaresma con los niños pequeños con una réplica del trono de la Virgen. Fuimos hasta la iglesia de Santo Domingo y volvimos. Vimos unas caras de felicidad que, la verdad, nos emocionó. Para mi entorno, ha pasado a ser el día más esperado. Volviendo a su pregunta, espero que la próxima Semana Santa sea, al menos, como las que hemos pasado. Están en un buen nivel.