Cuando se abrió el paso por el Puente de la Aurora a las procesiones de las cofradías del barrio de la Trinidad
La imagen de Jesús del Santo Suplicio, de la Hermandad de Zamarrilla, fue la primera en atravesarlo
José Jiménez Guerrero
Málaga
Viernes, 7 de marzo 2025, 00:12
Los itinerarios seguidos por las procesiones de las diferentes cofradías y hermandades de Pasión han experimentado, a través del tiempo, múltiples cambios. De hecho, han existido una serie de factores que los han condicionado a través de los años. Entre otros, y sin ser exhaustivo, señalo los siguientes: la necesidad de acceder a la catedral o de visitar iglesias o sedes conventuales; el tránsito, en la época del Barroco, por la zona comercial (calle Nueva), por los centros políticos y municipales (en la actual plaza de la Constitución, representados por los edificios de la cárcel y la casa consistorial), y por el espacio religioso (catedral); los cambios urbanísticos experimentados en la ciudad (principalmente desde el siglo XIX) con la apertura de nuevas vías; los derribos en barrios en épocas más recientes (como los realizados en el del Perchel); el deseo de resaltar o afianzar la pertenencia a un barrio; la ubicación o los traslados de sede canónica; la edificación de una casa hermandad en un espacio determinado; la integración de zonas concretas de la ciudad en su itinerario procesional; la obligatoriedad de paso por el recorrido oficial, etc.
Además de lo reseñado, existen otros factores que, en cierta medida, obligaban a algunas fraternidades a transitar por unos lugares concretos para poder acceder al recorrido oficial. El caso del río Guadalmedina es sintomático. En este sentido, y ya en la década de los años 20 del pasado siglo, el hecho de que el actual Puente de la Aurora no estuviera aún alzado, obligaba a las hermandades del barrio de la Trinidad (Zamarrilla y Soledad de San Pablo) a dilatar su itinerario para acceder al centro y a atravesar el Puente de Armiñán, inaugurado en 1913.
«En la década de los años 20 del pasado siglo, el hecho de que el actual Puente de la Aurora no estuviera aún alzado, obligaba a las hermandades del barrio de la Trinidad a dilatar su itinerario para acceder al centro»
Es de suponer que, antes de la construcción de este último puente, las procesiones que, partiendo desde el barrio de la Trinidad, pretendiesen alcanzar la zona de Málaga situada en el margen izquierdo del río Guadalmedina tuviesen que atravesar su cauce.
Existen algunos casos documentados. Entre otros, la prensa local (El Avisador Malagueño, Málaga, 11 de abril de 1867) concreta que, en la procesión realizada el Domingo de Ramos, 14 de abril de 1867, la imagen de la Virgen de los Dolores de la ermita de Zamarrilla cruzaría el cauce para acceder al Postigo de Arance y llegar a la calle Torrijos (la actual Carretería).
El itinerario discurrió por la calle de los Mármoles, Guadalmedina, Postigo de Arance, calle de Torrijos y Compañía a la plaza, calle de Santa María, San Agustín y Granada, plaza de Riego, Álamos, Torrijos, Postigo de Arance, Guadalmedina, Trinidad, Carril y Mármoles hasta la ermita.
Otro ejemplo es el de la procesión realizada el Martes Santo, 13 de abril de 1897, por la imagen de Jesús del Rescate, que, acompañado de una Virgen de los Dolores, partió desde el convento de la Trinidad y atravesó el lecho del río Guadalmedina para, tras participar en la liberación de un penado, proseguir por diversas calles de la urbe. De ello di cuenta en un artículo publicado en este mismo medio (Jiménez Guerrero, J., 'La imagen de Jesús del Rescate participó en la liberación de un preso a finales del siglo XIX', Sur, Málaga, 3 de marzo de 2022). El recorrido seguido fue el siguiente: «Calzada de la Trinidad, Carril, Mármoles, Acera del Guadalmedina, cauce de este río para seguir por el Pasillo de la Cárcel hasta la puerta de este establecimiento. Allí se detendrá y los presos entonarán una salve. Seguirá luego la comitiva por el Postigo de Arance, Torrijos, Puerta Nueva, Compañía, acera derecha de la plaza de la Constitución, calles de Especerías y Nueva, Puerta del Mar, Martínez, Larios, plaza de la Constitución, Granada, San Agustín, Granada, plaza de Riego, calle Álamos, Torrijos, Postigo de Arance, Acera del Guadalmedina, cauce del río, Trinidad, y calzada de este nombre hasta su iglesia» (La Unión Mercantil, Málaga, 13 de abril de 1898).
Río Guadalmedina
Las procesiones de las hermandades trinitarias en la década de los años 20 de la pasada centuria, tras pasar por la calle de los Mármoles o, en su caso, por otras vías del barrio de la Trinidad, bordeaban la margen izquierda del río Guadalmedina (el Pasillo de Natera) hasta acceder al Puente de Armiñán y, tras atravesarlo, giraban hacia la derecha y transitaban por el Pasillo de la Cárcel para alcanzar la zona del Pasillo de Santa Isabel, llegar a la zona centro de la ciudad y realizar el itinerario oficial.
Otro tanto sucedía, a veces con algunas modificaciones según los años, en el recorrido de vuelta. También se veían obligadas a tornar a la sede por el mismo espacio y de nuevo transitar por el Puente de Armiñán.
La vuelta a la sede se alcanzaba tras pasar por algunas calles del barrio. No obstante, la Hermandad de la Amargura también lo hacía tras haber pasado junto al Hospital Civil.

De hecho, es la única cofradía de la que se haya documentado que procesionara por este lugar. Como es sabido, cada Sábado de Pasión, este espacio sanitario es el lugar al que acceden las imágenes de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad durante el traslado desde la iglesia de San Pablo hasta su entronización en la casa hermandad, en la tradicional visita a los enfermos.
En las procesiones de la Virgen de la Amargura de los años 1923 a 1925, se realizó el acceso al recorrido oficial cruzando la rampa y el Puente de Tetuán, tras atravesar algunas calles del barrio del Perchel, como las de Despensilla, el Llano de Doña Trinidad, Huerto del Obispo y San Jacinto. También fue ese puente por el que volvió a su sede. Sin embargo, la construcción del Puente de la Aurora cambió el itinerario de las procesiones de las hermandades ubicadas en la ermita de Zamarrilla (la de la Amargura) y en las iglesias de San Pablo y de la Aurora María (lugar desde el que procesionaron desde 1921 a 1931 la Hermandad de la Soledad, y, en este último año, la de la Sentencia).
«La construcción del Puente de la Aurora cambió el itinerario de las procesiones de las hermandades ubicadas en la ermita de Zamarrilla y en las iglesias de San Pablo y de la Aurora María»
Su construcción vino a dar respuesta y a solucionar un problema mantenido durante siglos: el acceso desde el barrio de la Trinidad hasta el centro de la urbe sin tener que atravesar el cauce del río Guadalmedina, o atravesándolo sobre unas pasarelas o construcciones de madera.
El 11 de noviembre de 1918, el ingeniero de caminos Manuel Giménez Lombardo redactó el 'Proyecto de puente sobre el río Guadalmedina en la Aurora. Fue en la época en la que desde el Ayuntamiento se había ordenado dar nueva traza a la calle de los Mármoles obviando el tramo que coincidía con la de Padre Miguel Sánchez. Esta modificación consiguió que Mármoles desembocara directamente en el futuro puente.
Como es sabido, la primera piedra de la construcción la colocó el rey Alfonso XIII el 22 de mayo de 1921. El nombre adjudicado, 'Puente de Alfonso XIII', se dispondría por Real Orden de 21 de junio de 1921. Sin embargo, siempre ha sido conocido, y es nombrado en la actualidad, como 'de la Aurora', en recuerdo de la iglesia ubicada en su cercanía. En las obras intervino el ingeniero José Roibal.
Finalizada la construcción, en la que participó la empresa local Metalúrgica S.A., se realizaron las primeras pruebas para comprobar su resistencia.

Fue el sábado 5 de abril de 1930. A pesar de que no se había realizado la entrega oficial de la obra (según la prensa, «por la falta de pintura y algunos detalles en las rampas»), el alcalde de la ciudad, Narciso Briales Franquelo, solicitó de los
ingenieros que autorizasen el paso y su uso, sin perjuicio de que más tarde se hiciese la inauguración oficial como correspondía a la importancia de la obra.
La petición fue atendida y dos semanas más tarde se produjo un hecho relevante desde el punto de vista cofrade. Y es que la finalización de las obras modificó algunos itinerarios procesionales.

La imagen de Jesús del Santo Suplicio, de la Hermandad de Zamarrilla, fue la primera que atravesó el Puente de la Aurora (La Unión Mercantil, Málaga, 16 de abril de 1930). Y lo hizo de regreso a la ermita tras realizar su procesión, junto a la efigie de María Santísima de la Amargura, por el recorrido oficial, ya en la mañana del Viernes Santo, 18 de abril de 1930. En la ida había seguido el itinerario tradicional pasando por el Puente de Armiñán.
La prensa local destacaba este hecho señalando que el paso de la imagen por el Puente de Alfonso XIII se produjo a las 8 de la mañana y que, para realzar el acontecimiento, sus «barandas aparecieron adornadas con guirnaldas y flores». El barrio, como era tradicional, se volcó con la hermandad. El periódico local La Unión Mercantil señaló que «el barrio de la Trinidad, por cuyas calles había de desfilar la procesión, presentaba aspecto animadísimo. Las bellas mujeres del barrio típico y castizo, luciendo sus mejores galas, daban a la mañana, verdaderamente primaveral, un aspecto animado y alegre en extremo. En triunfal desfile, cubrió la procesión su carrera, entre aclamaciones y vítores. Sin interrupción se sucedían las saetas que provocaban estruendosos aplausos. El barrio, en fin, tuvo ocasión de tributar homenaje a las Titulares de la importante Cofradía, que llegó a su templo después de las diez de la mañana».
Tras 14 horas de procesión, las imágenes del Santo Suplicio y de la Virgen de la Amargura, volvieron a la ermita.
Viernes Santo de 1930
Situación semejante se vivió en la otra hermandad del barrio trinitario que en ese año completó su procesión. El Viernes Santo, 18 de abril de 1930, la de Nuestra Señora de la Soledad accedió al centro a través del Puente de Armiñán y volvió a la iglesia de la Aurora María por el de Alfonso XIII.

En la Semana Santa de 1931 fueron tres las procesiones que partieron desde el arrabal trinitario.
El Lunes Santo, 30 de marzo de 1931, desde la iglesia de la Aurora María fue procesionada, por primera y única vez, junto a su grupo de misterio, la efigie del Señor de la Sentencia que tallara José Rius.

La hermandad inició su recorrido por la calle de los Mármoles y accedió a la zona centro a través del Puente de Alfonso XIII. Sin embargo, la vuelta la realizó, tras pasar por las calles Ollerías, Molinillo y Salamanca, atravesando el Puente de Armiñán y bordeando la margen izquierda del río Guadalmedina por el Pasillo de Natera. Su itinerario finalizó por las calles del barrio: Trinidad, Carril y Mármoles.
El Viernes Santo, 3 de abril de 1931, realizó su última procesión, antes de ser destruida, en los sucesos de mayo, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad. Partió desde la iglesia de la Aurora María y, a pesar de poder acceder al centro por el cercano Puente de Alfonso XIII, lo hizo, tras pasar por las calles de los Mármoles, Carril, Trinidad y Pasillo de Natera, por el Puente de Armiñán. Finalizado el recorrido oficial y ya de vuelta, tras franquear la calle de Torrijos, sí cruzó el Puente de Alfonso XIII para alcanzar la iglesia de la Aurora María.
La Hermandad de Zamarrilla realizó en 1931 algunos cambios con respecto al itinerario seguido el Jueves Santo de 1930.
Tanto a la ida como a la vuelta cruzó el Puente de Alfonso XIII. Ello conllevó un recorte efectivo en su dilatado itinerario de años anteriores. Del mismo modo, al iniciar la procesión (a las 9 de la noche del Jueves Santo 2 de abril de 1931) atravesó varias calles del barrio trinitario (zona de Zamarrilla, Campillo y Trinidad). A la vuelta, y tras dejar atrás el puente, se dirigió hacia la ermita directamente por la antigua calle de los Mármoles.
En nuestros días, el Puente de la Aurora es transitado por todas las hermandades del barrio de la Trinidad en sus desfiles procesionales (Esperanza en su Gran Amor y Salud, Cautivo y Trinidad, Milagros y Amargura y Santo Traslado y Soledad).

No obstante, es sabida la importancia que tiene en la actualidad este enclave. Es de especial relevancia el paso de la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, ya que constituye una de las escenas más esperadas en la Semana Santa de Málaga. Sin embargo, fue en 1930 la primera vez que unas imágenes trinitarias (la del Señor del Santo Suplicio y la de María Santísima de la Amargura, de la Hermandad de Zamarrilla) atravesaron, rumbo a su sede en la ermita de la calle de los Mármoles, el Puente de Alfonso XIII, hoy de la Aurora, sobre el río Guadalmedina.
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