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Todo el que haya acudido estos días la parroquia de San Patricio, en el barrio de Huelin, se habrá percatado de la existencia de una nueva talla, de tamaño natural, que se encuentra en la capilla donde recibía culto la Virgen Lágrimas del Carmen hasta su marcha, el 19 de marzo de 2023, al vecino templo del Santo Ángel de la Guarda. Se trata de una imagen de San Juan Evangelista, que se alza sobre una peana provisional, forrada con damasco, y de fondo, un cuadro, de gran formato, de la Divina Misericordia, en el que se muestra a Jesucristo irradiando luz roja y blanca pálida desde su Sagrado Corazón, la visión que la cofundadora espiritual de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, Santa Faustina Kowalska, tuvo de Jesús de Nazaret el 22 de febrero de 1931. Pero, ¿quién es el autor de esta efigie del Discípulo Amado? ¿Cómo y cuándo ha llegado a esta iglesia? Todas estas respuestas las tiene la hermandad de penitencia que radica en San Patricio, Mediadora de la Salvación.
La imagen en cuestión se mostró por primera vez a los feligreses y hermanos de la Mediadora el pasado mes de noviembre, con motivo del solemne quinario que la cofradía le dedicó a su titular, el Nazareno Redentor del Mundo, en torno a la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Para la ocasión, la corporación del Miércoles Santo instaló en el templo un altar efímero, presidido por el Señor de Navarro Arteaga. A su derecha se hallaba la Dolorosa Mediadora de la Salvación y a su izquierda, la figura de San Juan, que procede de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera.
Esta escultura pertenecía a la Hermandad de las Tres Caídas, que radica en el Real Santuario Diocesano del Evangelista Señor San Lucas, una de las seis parroquias fundadas por Alfonso X el Sabio tras la reconquista de Jerez de la Frontera. Esta talla del apóstol se debe al artista polifacético José Carlos Gutiérrez Otero, vestidor de varias imágenes, entre ellas, la patrona de esta localidad, la Virgen de la Merced, o la Dolorosa de la Esperanza de la Yedra. Pero también es director de corales e imaginero, con obras como el San José de la basílica jerezana de la Merced o la Virgen de la Merced de Herencia, en Ciudad Real.
La escultura en cuestión, ya en posesión de la Mediadora, fue tallada en 2013 y, aunque no figuraba en el título de la hermandad jerezana y tampoco procesionaba, sí se hallaba al culto en el templo de San Lucas, formando un calvario con el Cristo de la Salud y la Virgen de los Dolores, de la Hermandad de las Tres Caídas. Sin embargo, llegada la procesión magna mariana de Jerez, celebrada el pasado 19 de octubre, aun cuando estaba anunciada para el 12 de octubre –se suspendió días antes de la fecha prevista de inicio por la lluvia–, el mismo José Carlos Gutiérrez realizó meses antes una nueva talla de San Juan con el fin de ser procesionada, de manera extraordinaria, junto a la Virgen de los Dolores, en su paso de palio de Semana Santa, mostrando iconográficamente la escena de la 'sacra conversación' de María con el Evangelista.
En consecuencia, esta nueva figura pasó a acompañar al Cristo de la Salud y la Virgen de los Dolores en la iglesia, y la primera versión quedó relegada a la casa hermandad de la cofradía jerezana hasta que la Hermandad de la Mediadora de Málaga solicitó su cesión, en principio, para su disposición en los cultos de la corporación, si bien el párroco de San Patricio acogió la figura de buen grado a propuesta de la Mediadora. «En realidad, a la hermandad siempre le llenaba tener una imagen de San Juan, sobre todo, para el montaje de los cultos, porque tiene un especial significado, al ser el discípulo predilecto del Señor. Soy muy amigo de José Carlos Gutiérrez, el autor de la talla. Además, desde hace muchos años. De hecho, le diseñé una túnica al Niño de la Virgen del Carmen de Jerez, que él viste. Como José Carlos realizó una nueva imagen para la magna de Jerez, nos pusimos en contacto con la Hermandad de las Tres Caídas y nos cedieron la antigua», explica el hermano mayor de la Mediadora, Salvador de los Reyes, quien aclara que esta efigie no será cotitular de la entidad nazarena y tampoco procesionará con la Dolorosa en la tarde y noche del Miércoles Santo. «Viene para ser venerado y para formar parte de los cultos. La cesión fue rápida. El San Juan llegó a Málaga en noviembre, un día antes de la DANA. Lo utilizamos para el culto del Nazareno Redentor y cuando se desmontó el altar, hablé con el párroco de San Patricio, don Gustavo Mills Escobar. Le pregunté si podíamos dejarlo en la parroquia para no llevarlo a la casa hermandad. Tras su visto bueno, arreglamos la capilla que hay justo en la entrada de la iglesia, a mano izquierda, y colocamos el dosel antiguo que tenía la Mediadora en su capilla. Allí se ha recolocado el cuadro de la Divina Misericordia y el de San Nicolás», comenta De los Reyes, al tiempo que anuncia que las camareras de la hermandad ya se encuentran realizando la ropa del santo, que, desde su puesta al culto en Málaga, viste ropajes que pertenecen al San Juan de la Hermandad del Descendimiento.
Con la llegada del Discípulo Amado jerezano a Málaga, esta figura pasa por ser el único San Juan de una cofradía malagueña que es venerado en un espacio de la iglesia en solitario, sin la compañía de otra escultura.
Por último, hay que recordar que, el también conocido como 'patrón de la juventud cofrade', que celebra su festividad cada 27 de diciembre, es, junto a Jesús y la Virgen María, el protagonista más importante de la pasión, de ahí que hasta ocho hermandades malagueñas incluyan a esta imagen con rango de titular, como son los casos de las cofradías Fusionadas, con una efigie de Antonio Dubé de Luque (1982); la Humildad, de Luis Álvarez Duarte (1986), Pollinica, de José Antonio Navarro Arteaga (1989); Salesianos, de Manuel Carmona Martínez (1990); Huerto, de Juan Manuel García Palomo (1995); Salutación, de José Antonio Navarro Arteaga (1997); Sentencia, obra de Juan Vega Ortega (2018); y Dolores del Puerto de la Torre, de Raúl Trillo (2007) –corporación no agrupada–, si bien hasta diez hermandades más de la Semana Santa de Málaga cuentan con una talla de este santo, algunas de ellas realizadas con fines procesionistas. Son los casos de las esculturas del Prendimiento (García Palomo, 2006), Dolores del Puente para el grupo escultórico del Cristo del Perdón (Suso de Marcos, 1986), Rescate (Castillo Lastrucci, 1957), Sangre (Amadeo Ruiz Olmos, 1943), Cena (Álvarez Duarte, 1971), Monte Calvario (Antonio Eslava Rubio, 1965) y Descendimiento (Luis Ángel Ortega León, 1985). Y otras efigies del Varón han sido ejecutadas para el culto interno, como las labradas para la Pasión (Raúl Trillo, 2008) –en la actualidad, no se expone en la capilla, en los Mártires–, Gitanos (García Palomo, 2014) y Penas (Navarro Arteaga, 2008).
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