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Miguel Ángel Pérez prueba el capirote a una joven.
Hora de ponerse el capirote

Hora de ponerse el capirote

Los nazarenos apuran los días para hacerse con el remate cónico que los caracteriza

marivó morilla

Viernes, 27 de marzo 2015, 01:12

El Domingo de Ramos está ya a la vuelta de la esquina y los cofrades que van a participar como nazareno en los cortejos procesionales de sus hermandades apuran estos días para hacerse con el puntiagudo cucurucho que los caracteriza. Desde los primeros capirotes, allá por el siglo XVIII, la realización de este elemento ha evolucionado mucho. Del cartón se pasó al plástico y de ahí a la rejilla, que llegó la última pero se ha impuesto la primera como el mejor material porque no pesa, transpira y dura para siempre.

Cada año son más tiendas cofrades las que se animan a vender capirotes. Los comercios hacen su agosto desde el pasado Miércoles de Ceniza y hasta prácticamente el Viernes Santo. La más veterana es Cartonajes Álamos (Malasaña, 3), que lleva dedicándose a la venta de capirotes desde 1917. Esta tienda ha preferido mantenerse con el cartón y no apostar por nuevos materiales porque «somos fabricantes, lo hacemos todo manualmente y el capirote de rejilla hay que traerlo de fuera», cuenta su propietario, Miguel Ángel Pérez. Considera que no hay tanta diferencia entre cartón y rejilla y que ésta última tampoco es tan buena como dicen: «La rejilla es un material que se dobla y no se rompe y eso quiere decir que no tiene la estabilidad del cartón, y un capirote tiene que tener estabilidad», opina. No obstante, en Álamos venden el capirote tradicional de cartón a 6.50 euros y también otro modelo de ese material que incluye un soporte de tela. «El de tela cuesta 9.50 euros y no va sujeto en la frente, sino alrededor del perímetro de la cabeza como si fuera una gorra», explica Pérez. Este comercio vende capirotes todo el año, aunque la época por excelencia es la cuaresma. «La persona que se hace el capirote nuevo todos los años es porque no lo quiere tener guardado en casa y viene en Semana Santa, incluso hay quienes vienen el mismo día de salir en la cofradía», apunta.

Hace más de 15 años que abrió sus puertas en la calle San Juan la tienda religiosa Fernando Ojeda y hace ocho que se dedica a los capirotes, convirtiéndose en pionera en Málaga en la venta de los de rejilla. «Empezamos con rejilla porque nuestra tienda es muy pequeña y ese capirote no necesitamos fabricarlo, viene con velcro y la talla sirve a cualquiera», cuenta Ana Ruth, propietaria de la tienda. Actualmente, disponen también del de cartón y de plástico, aunque la mayoría de la gente se decanta por la rejilla, que venden a 10 euros. «El capirote de cartón pesa, el de plástico pesa poco pero no transpira y el de rejilla lo tiene todo: no pesa, transpira y dura para siempre», señala Ana. En Ojeda los capirotes están a la venta todo el año pero el Miércoles de Ceniza es cuando salen del almacén y se exponen en la tienda, al igual que el característico muñeco vestido de nazareno que adorna el balcón de este inmueble. «Nuestro nazareno está en el balcón hasta el Domingo de Resurrección llueva o truene porque como lleva capirote de rejilla no se le dobla», cuenta entre risas.

Clientes de la provincia

La Cerería Zalo (Santa María, 10) decidió incorporar los capirotes de rejilla hace cinco años, aunque el negocio está abierto desde 1989. «Empezamos con rejilla pero con la crisis llegaban familias que no podían pagarlo, entonces decidimos incorporar también el de cartón y ahora tenemos los dos», explica Ignacio Gonzalo, hijo del propietario, aunque el que más venden es el de rejilla (11.95 euros). «El de cartón lo compra el que no puede pagar el de rejilla o los cofrades que salen en hermandades con túnicas que se transparentan», cuenta Ignacio. En cuaresma, esta tienda amplía su horario habitual a los sábados por la tarde e incluso a los domingos más cercanos a Semana Santa. «En esos casos viene gente de los pueblos que sólo tiene libre los fines de semana por la tarde y aprovecha para comprarlo pero se acaban llevando el de cartón porque es el que queda», comenta Gonzalo.

Menos veterano en el tema es Diego José Martín, propietario de la tienda cofrade La morillera (Carretería, 63) desde el pasado mes de junio. Diego ha apostado directamente por los capirotes de rejilla (13 euros): «No vendo de cartón porque se necesita la grapadora y la máquina para encintarlo y es más complicado», apunta.

Tiendas, modelos y precios hay para todos los gustos, sólo hay que decirse. Teniendo en cuenta que el capirote hay que llevarlo puesto una media de cinco o seis horas seguidas como poco, merece la pena pensarlo.

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