Te lo juro por Snoopy

Ya sabíamos que la política se parece cada vez más a un partido con hooligans y que lo que cuenta no es lo que se hace sino que parezca que se hace algo y que los otros queden peor que tú. El resto es lo de menos. Se grita, se patalea, se jalean y se interrumpen las intervenciones del líder con aplausos y se abuchean las de los otros, hasta un punto que no se sabe si es una sesión del Congreso o una clase de segundo de la ESO el viernes a última hora. Claro que a ellos es menos probable que se les pase y no tienen la excusa de estar en la edad del pavo.

Antes sólo había que aguantar estos excesos durante las campañas electorales y en algún momento puntual de más tensión. Pero ahora es casi todo el tiempo, porque en eso precisamente se ha convertido hacer política, en crear tensión... cuanta más mejor, para que cuando haya unas elecciones los potenciales votantes estén de los nervios y no se queden en casa. Y entre que hay cada poco y que los políticos tienen peor calidad las salidas de tono son como las contracciones de una parturienta a la que han puesto oxitocina en vena, que no bajan nunca, están siempre ahí, en todo lo alto.

La toma de posesión de Pedro Sánchez tras la moción de censura se hizo sin biblias y sin crucifijos, que hasta entonces eran habituales, algo un poco extraño en un estado aconfesional. Hasta ahí bien, pero en mayo los diputados emplearon formulas desde las de los independentistas, que como no respetan la ley, pues ya de los juramentos ni hablamos, a otras que pretendían ser una declaración de intenciones «por todo el planeta», «por la democracia y la república» o «por España». Que no es que no sean causas defendibles, es que no es ni el momento ni el lugar.

Con esos antecedentes se veía venir lo que escuchamos el otro día en el acatamiento de la Constitución, rayando la tontería. ¿Por qué lo llaman jurar cuando quieren decir propaganda? «Por la república catalana» «por el Planeta», «Por las trece rosas» «por el amor frente al odio»... Faltó «Te lo juro por Snoopy». Los partidos de derechas han anunciado que van a tomar medidas legales. Yo creo que más bien habría que tomar medidas mentales, porque parece un problema de cerebro más que otra cosa.

Y ahí fueron soltando sus soflamas en sus 15 segundos de gloria. Esto habría que considerarlos directamente spam. Una lástima que no se pueda seleccionar mandarlo a la bandeja de mensajes no deseados.

Me recordaban a esa gente que llamaba a la radio para dar su opinión y en cuanto estaban en antena preguntaban si podían saludar. Y entonces mandaban recuerdos para toda su familia, como si el hecho de decirlo por la radio le diera al saludo más prestancia.

Sí,sí, saluda rapidito, decía el locutor intentando que el minuto de gloria durara poco.

Pues con esto entran ganas de decir lo mismo: Jura rapidito