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ROSA BELMONTE
Domingo, 27 de abril 2025, 02:00
A quién no le va a gustar el entierro de un rey? O de un Papa. Aunque la señal televisiva del Vaticano no nos diera ... los detalles que habríamos querido. Pero qué planos aéreos. Qué liturgia, que organización, qué ropa fabulosa. Es cierto que las primeras imágenes del papa muerto en la capilla de Santa Marta no estaban a la altura (debe de ser el único sitio feo dentro del Vaticano). Pero con el traslado a San Pedro las cosas volvieron a su lugar. Luego se puede criticar que hubiera aplausos tras la homilía, pero eso no se puede controlar. Tampoco se prohíbe (y qué horror) que la gente levante las manos en el Padrenuestro durante la misa. Pero volviendo al gran acontecimento de ayer, otra vez se estropeó lo admirable con el papamóvil. Porque una cosa es el Land Rover verde del duque de Edimburgo en su entierro. Algo caro, pero no suntuoso. El papamóvil estropeó la belleza. Un camión como el de Franco habría sido tan humilde como bonito.
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