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Dioses para dirimir conflictos

ELENA MORENO SCHEREDRE

Viernes, 21 de diciembre 2018, 00:06

La tragedia griega se sirvió de los dioses para dirimir conflictos o venganzas, y del pueblo, para justificar una representación que sirviera de espejo y reflexión. Sus personajes, héroes o poderosos, traspasaban al ciudadano el conflicto, convirtiéndolo casi en juez. El éxito y supervivencia de este género a lo largo de los años es que, en teoría, al finalizar la obra trágica, personajes y publico debían conocer todo aquello que desconocían y, por lo tanto, la reflexión debería haberles orientado a la conclusión. A estas horas no sabemos si la 'tragedia catalana' debidamente publicitada en el foro mediático se ha desarrollado según ese guion en que, tachaduras e intervenciones, borran por completo el texto previsto, pero mientras escribía esta columna los preparativos estaban a punto. En el aeropuerto del Prat tomó ayer tierra el Air Force One presidencial, el famoso Falcon 900, en el que Sánchez viajó acompañado de alguno de sus ministros. El Airbus A310, por su parte, tiene previsto su aterrizaje hoy con el grueso del Ejecutivo acompañado de sus respectivos equipos. Helicópteros de las distintas fuerzas sobrevolarán la ciudad, y casi un ejército de tierra estará desplegado desde Pedralbes a la Barceloneta.

Los personajes que protagonizan este dispendio ceremonial llevan meses ensayando la obra, situando a uno u otro protagonista en este u otro palacio, eligiendo el vestuario para que no coincidan el color de las corbatas... Grande Marlaska tiene agenda y está convenientemente situado ese día en Baeza, los políticos independentistas que se encuentran en prisión han dejado la huelga de hambre, y han firmado una carta conjunta pidiendo al pueblo catalán que las protestas sean pacíficas, y Puigdemont y su comparsa han presentado en Ginebra una demanda contra España. Todo está previsto y las sorpresas viajan escondidas en los bolsillos. Yo no osaré decir que podían haber resuelto el litigio por Whatsapp, porque al menos si no desvían la vista se mirarán a los ojos; Sánchez irá meditado y Torra ayunado. Si Dios quiere, los del CDR no podrán, aunque se mueran de ganas, dinamitar la obra y el público, es decir los ciudadanos, hemos pagado la entrada a la función carísima. No sabemos de qué hablaran, pero digan lo que digan, sospecho que el mensaje no va a gustar a todos. A Sánchez le vigilan de cerca. Unos porque desean que meta la pata y otros porque temen que lo que sucedió en Andalucía se repita en las elecciones generales. Torra es otro cantar. Anima a las huestes, ayuna en Montserrat, y más que líder parece de mantenimiento. No puede salirse del guion, del suyo, que ejerce con la terquedad de una mula y la solidaridad de un oligarca. Los personajes de esta obra pujan por la inmortalidad y ya se sabe que morimos dos veces; una físicamente y otra cuando llega el olvido.

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