Julio no ha arrancado como se preveía, pero no lo ha hecho en ninguno de los destinos turísticos. Es más, la Costa del Sol está ... mostrando una mayor fortaleza que el resto porque para eso es el destino preferido de los españoles, esos turistas que cotizan tan alto este verano ante el descenso general de viajeros internacionales. Una caída que ya no sólo viene condicionada por el auge de competidores del Mediterráneo, como son Turquía, Egipto o Grecia, sino porque el buen clima que está reinando en los principales emisores europeos está llevando a muchos potenciales viajeros hacia la Costa a quedarse a hacer turismo en sus propios países. Aquí no se ha defendido nunca que tenga que convertirse en dogma de fe el batir récord cada verano, porque los destinos tienen un techo en su capacidad de carga y porque tampoco sería bueno para la Costa del Sol superar estos límites. Pero cuando no se alcanzan estos registros la solución no puede pasar por recurrir a las ofertas en un destino que debía hacer valer más su peso y su marca. Quizá haya que pensar que es mejor crecer más fuera de los clásicos julio y agosto, en vez de entrar en pánico porque éstos no funcionen a tope. La Costa debe aspirar a ganar más con menos turistas y esta premisa va en contra de bajar precios cuando las ocupaciones no son las deseadas. El problema es que el turismo es una industria muy sensible y cualquier movimiento puede desencadenar una fluctuación mayor de la prevista. Es el caso de la espiral en la que se entra cuando en las islas Canarias y Baleares ven fallar a su principal cliente, que es el internacional, y se agarran a ofertas agresivas para conquistar a ese codiciado viajero español que tiene en la Costa del Sol su destino preferido. Y es ahí donde hay que poner el foco. Estas señales hay que considerarlas y hacerlo en la misma medida en que se consideran los registros históricos. Ante ellas hay que actuar y diseñar estrategias para avanzar en ganar en calidad más que en cantidad. No debe cundir la alarma, sino la cautela. Para ello hay que confiar en el poderío del destino malagueño y, sobre todo, ponerlo en valor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.