Felipe no es Balduino

Jordi Turull, de Junts pel Sí, ha acusado al Rey de «despreciar al pueblo de Cataluña» por no recibir a Carmen Forcadell para que le comunicara la investidura de Puigdemont. Este, como escribe Arcadi, «se ha comprometido a destruir en 18 meses máximo el Estado español». Pero pretenden que el representante máximo del Estado español les ría las gracias. Ante semejante futuro anunciado, el Rey tuvo bastante con ver la investidura por televisión. La desconexión de algunos es neuronal. El Rey, que solo hace más paripé que Rajoy (aunque sea dejando de lado una mera costumbre), no es Balduino de Bélgica renunciando al trono 36 horas para no firmar la ley del aborto. Hace un mes, el presidente de Mauritania, aburrido viendo en la Supercopa de fútbol un partido empatado, ordenó que se jugaran penaltis y se acabara aquello. El Rey no tiene el poder del presidente de Mauritania. Y eso que, según Gabriel Rufián, está auspiciado por el franquismo.