La hora de Juan Cassá
Ciudadanos ha demostrado hasta ahora gran capacidad para demoler y ya le ha llegado el momento de construir / Los partidos recogen el guante al exigir un debate sobre qué instalar en el muelle 4 del puerto / Un año y medio, tiempo de espera para juicios rápidos de malos tratos
Javier Recio
Domingo, 3 de enero 2016, 10:19
Se acabó lo que se quitaba. Ahora toca dar, proponer, construir. Juan Cassá, el tercero que quería ser el primero en ser alcalde de Málaga desde esa posición, tiene que empezar a demostrar qué cualidades posee para ser el regidor. Porque lo tiene en su mano. Tiene en su poder decidir muchas cosas. Sus tres votos son imprescindibles para gobernar una ciudad como Málaga. Hasta el momento ha demostrado tener una gran capacidad de demolición. Se ha cargado la estructura política que tenía montada De la Torre en los distritos. El alcalde, el verdadero, firmó el 31 la gran despedida del año para todos los directores de distrito. Da la sensación de que estas personas eran las culpables de todos los males que pudieran existir en el Ayuntamiento de Málaga. La única que se ha librado, de momento, de esta caza y captura es la directora de Onda Azul, Fátima Salmón, cuya cabeza sigue teniendo un precio muy alto para el conjunto de la oposición. En el medio año de legislatura, Cs ha estado especialmente empeñado en limpiar las gerencias y los distritos de directivos afines al PP, como si estos cargos no tuvieran un marcado carácter político. Si nos ponemos puntillosos, más de uno se podría preguntar por qué no se destinan funcionarios o personal laboral para las labores de los grupos municipales propias de administrativos o de periodistas, por poner un ejemplo. Ya ha conseguido su propósito. Pero ahora hace falta más. El coleta de Málaga tiene una gran oportunidad para imprimir su sello en el gobierno de la capital. Debe seguir el ejemplo de Juan Marín en la Junta de Andalucía. Tras la labor de demolición (las dimisiones de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán), ha logrado incluir unas medidas propias y realmente visibles para el conjunto de los andaluces. Gracias a su gestión se ha rebajado el tramo autonómico en el IRPF. Y lograr eso en un sitio como la Junta, donde nunca se han bajado los impuestos, es un gran triunfo que se le debe reconocer. De hecho, en Andalucía, Ciudadanos ha mejorado sus resultados en las generales respecto a las autonómicas. Ahora le toca el turno a Cassá, que debe salirse del guión de que siempre «apoyará todo lo que sea bueno para Málaga». Eso, en teoría, lo hacen todos. Tiene que dar un paso más. Impulsar proyectos para hacer ciudad. Influir en la política fiscal del Ayuntamiento. Es cierto que no es el grupo mayoritario del Ayuntamiento y que no puede desarrollar todo lo que planteó en su programa electoral. Pero también lo es que sí puede, y debe, impulsar varios asuntos que lleven la marca naranja para que se visualice que no son una muleta gratuita del alcalde. Como han hecho, por ejemplo, con su política de demoliciones. A ver si nos sorprende con algo.
Muelle 4: Habrá debate
El que se ha podido ver sorprendido es el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, al comprobar cómo todos los grupos del Ayuntamiento de Málaga quieren abrir un debate sobre qué se debe hacer en el muelle 4. Una empresa quería instalar varios centros comerciales e incluso ya había pedido al Puerto que iniciara los trámites ante Urbanismo para ejecutar su idea. Este periódico puso sobre la mesa la necesidad de discutir qué se quiere para esa zona portuaria y los partidos políticos han recogido el guante y ya han asegurado que no se puede dar el visto bueno a nada sin que se produzca antes un gran debate sobre el particular. Sin duda, una buena reacción.
Violencia de género: Juicios 'rápidos'
Y una reacción de urgencia es lo que se espera en la Ciudad de la Justicia. Juicios rápidos por violencia de género se están celebrando un año y medio después de que se cometan los hechos, cuando la ley establece que debe hacerse en quince días. Esa es la realidad, muy alejada de la propaganda partidista. El asunto reviste mucha importancia, como se ha encargado de advertir el propio juez decano, José María Páez, porque en numerosas ocasiones los maltratadores terminan cometiendo delitos de mayor gravedad. Las administraciones, la Junta de Andalucía creando el juzgado, y el Gobierno central nombrando a nuevos jueces, tienen que cortar de raíz este problema. De nada sirve que los políticos sean luego los primeros en lamentar y condenar los casos graves de malos tratos si no hacen todo lo que está en sus manos para intentar evitarlos.
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