

Secciones
Servicios
Destacamos
David Lerma
Marbella
Miércoles, 18 de septiembre 2024, 00:08
Luis Ortiz no quiso faltar al 70 aniversario del Marbella Club que se celebró el pasado 27 de abril. No quiso fallar a uno de sus grandes amigos, el conde Rudi, ni al lugar donde conoció a la que fue su esposa, la bisnieta del Canciller de Hierro, Gunilla von Bismarck, de la que oficialmente se divorció en 1989, aunque nunca dejaron de ser inseparables. Personaje inclasificable, entre lo banal y lo novelesco, esa tarde apareció en silla de ruedas con una sonrisa cansada e irónica y tuvo tiempo de recordar los tiempos «en que el pádel se inventó en Marbella», en aquellos años de fiestas eternas y un poco golfas que muchos recuerdan por la prensa del corazón.
Luis Ortiz murió el pasado lunes a última hora de la tarde en el Hospital Quirónsalud Marbella a los 80 años a consecuencia de un cáncer de próstata que ha venido sufriendo en los últimos meses y que lo había alejado de la exposición pública. Junto a él estuvo su exesposa y su único hijo, Francisco José, que vive con su familia en Estados Unidos. El próximo sábado 21 de septiembre se oficiará una misa funeral en su nombre en la iglesia Virgen del Rocío para dar tiempo a reunir a todos los que fueron sus amigos. Sus restos mortales reposan en el tanatorio de San Pedro, pero no habrá capilla ardiente.
Aunque no se le conocieron logros profesionales destacados, su alegría y carisma propiciaron que en los setenta abriera una discoteca en el hotel El Rodeo, donde se dejaba ver con sus amigos de la banda Los Chori, adonde acudía también el recientemente desaparecido Carlos Goyanes, cuando aún estaba casado con Pepa Flores. En 1978, pasó por el altar con Gunilla von Bismarck en el castillo familiar de Friedrichsruh, propiedad de la dinastía en Schleswig-Holstein, en Alemania. No fue bien recibido como yerno, pero fue cómplice hasta la muerte de su esposa.
En su apogeo social, Ortiz vivió con Gunilla en villa Sagitario, donde solían reunirse con la princesa Soraya, Alfonso de Hohenlohe, Jaime de Mora y Aragón, Audrey Hepburn, Julio Iglesias o los reyes de Suecia, que acudían por su sentido del humor y sus maneras de 'bon vivant' sin complejos. Tuvo, sin duda, una vida despreocupada, aunque en sus últimos años se trasladó a vivir a una tranquila urbanización en el cercano municipio de Istán, donde poco a poco fue abandonando su agenda social. Ayer muchos decían que Luis Ortiz tuvo una buena vida y que supo vivirla. Con justo reconocimiento, repetían también que nadie podía quitarle lo bailado.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Hallan muerta a la mujer que se cayó ebria estando con un bebé de 1 año a su cargo
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.