Joyas y unos 60 relojes Rolex y de alta gama, el botín de los atracadores de la joyería de Marbella

Todavía con el susto en el cuerpo, los propietarios de la joyería Time Outlet, en la calle Francisco Echamendi, y varios empleados se afanaban durante la jornada del miércoles en ultimar el inventario del botín sustraído por los atracadores el pasado martes a plena luz del día. En total, «unos 60 relojes Rolex y de otras marcas de alta gama», así como numerosas joyas, también de gran valor, según confirmaba uno de los dueños a este periódico.

El trajín en el interior del establecimiento, de pequeñas dimensiones y paredes y mobiliario oscuro, era incesante. Una persona sentada a la mesa con un libro de anotaciones mientras los demás revisaban los cajones y vitrinas, todos completamente vacíos. Y es que los dos sujetos que el pasado martes por la mañana atracaron a punta de pistola a la dependienta de esta joyería marbellí se hicieron con todo lo que había.

Noticia Relacionada

Roban a mano armada en una joyería del Casco Antiguo de Marbella

La víctima todavía seguía «en shock» un día después del altercado, según aseguraban desde la joyería. Y no era para menos ya que los cacos lo tenían todo bien estudiado. Según recordaba otra de las compañeras, la tarde de lunes habían pasado por allí. Una visita que habría servido para estudiar el local. A la mañana siguiente regresaron, llamaron al timbre y la dependienta del turno de mañana, que se encontraba sola, les abrió la puerta como a unos clientes más. «Entonces sacaron dos pistolas y la amarraron con bridas», explicaba su pareja, José Luis. Afortunadamente, la mujer atacada no ha tenido que lamentar ningún daño físico.

El nuevo comisario de Marbella, José Manuel Rando, que el mismo miércoles juraba su cargo en un acto institucional en el Palacio de Ferias y Congresos Adolfo Suárez, era preguntado al respecto de este caso que ha puesto en vilo a la ciudad ya que los hechos sucedieron poco antes de las 10.30 de la mañana de un día laborable en una céntrica calle peatonal bastante transitada. «Tenemos un grupo de investigación que está trabajando en ello», explicaba Rando al tiempo que declinaba realizar cualquier otro tipo de declaración al respecto: «No puedo pronunciarme porque la investigación tiene que ser silente porque si no, pierde eficacia», terminaba.

En todo caso, según explicaba la pareja de la víctima a este periódico, la Policía Nacional contaba con las imágenes de las cámaras de seguridad en las que se veía a los dos sujetos que cometieron el atraco a la luz del día y a cara descubierta. El mismo testimonio transmitía que según la víctima, se trataba de dos varones altos, con cabello rubio y ojos claros que hablaban español perfectamente.

Mientras las pesquisas continuaban y los afectados se reponían, tanto Time Outlet, como los comercios vecinos, volvieron a levantar la persiana este miércoles, incluidas las dos joyerías colindantes, Don Lal y Cristys, cuyos propietarios fueron los primeros en atender a la mujer inmediatamente después del atraco.

Ninguno de ellos vio ni escuchó nada hasta que ella apareció a sus puertas: «Ella vino aquí corriendo con sus manos atadas yo intentaba entenderla porque estaba gritando y estaba muy nerviosa, la pobre con sus manos cogidas con bridas. Le pregunté que había pasado y fui con ella a su tienda», recordaba Ganesh. «Entonces vi que estaba todo patas arriba y entendí que habían robado. La metieron hacia dentro mientras ellos robaban y según ella, se lo llevaron todo», añadía.

«Viendo lo que le ha pasado a ella ya estoy más nervioso pero en esta zona normalmente no pasa nada. Llevo más de 20 años aquí y no es algo común», aseguraba. Una valoración en la que coincidían Ana y Carlos de la joyería Cristys, que fueron quienes llamaron a la policía. «Es una calle muy peatonal y normalmente aquí no pasa nada», aseguraba Carlos mientras Ana apostillaba que «además, acababa de pasar una pareja de policía que estaban dos calles más para allá. Ha sido llamar y estaban aquí en dos minutos». Aunque reconocía que «los que estamos en el gremio siempre estamos expuestos».

Entretanto, en los comercios, los bares y las calles de alrededor, el atraco de la joyería era la comidilla del día y no había quien pasara por el lugar sin mirar de soslayo, cuando no directamente, para intentar escudriñar lo que estaba pasando en el interior de la tienda afectada.