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Juan Manuel Burón y Daniel Gumpert. Ñito Salas
«El éxito de Casa Lola es que por 10 euros has comido bien en el Centro»

«El éxito de Casa Lola es que por 10 euros has comido bien en el Centro»

Juan Manuel Burón y Daniel Gumpert cuentan con siete restaurantes basados en un modelo de tasca tradicional que, sin embargo, se ha convertido en un referente en la provincia

CARMEN ALCARAZ

Martes, 24 de mayo 2022

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Juan Manuel Burón, 'Buri', y Daniel Gumpert se iniciaron en la hostelería con el mundo de las copas abriendo, en 1996 la ya mítica Botellita. El éxito del proyecto les permitió franquiciarlo y llegó a haber 70 locales por toda España, pero con la crisis de 2008 decidieron diversificarse ante el declive que comenzaba a mostrar el negocio.

«Gracias a La Botellita viajamos mucho por todo el país, y fuimos cogiendo ideas de todo sitios. Así surgió Casa Lola, que queríamos que fuera una taberna andaluza pero con aires madrileños, vascos…de toda España», explica Daniel Gumpert. La premisa era imprimir al negocio ese aire «con solera» de las tascas tradicionales: azulejos pintados, barra de mármol, carteles de época, un estilo que, en su opinión, se estaba perdiendo y querían recuperar. En su inicio, en 2010, la propuesta gastronómica era más sencilla, basada principalmente en 'papelones' de chacina, montaditos y conservas de calidad. Pero poco a poco la carta fue evolucionando en base al mercado y a lo que requerían los clientes.

Aunque aseguran que les costó arrancar, a partir de 2012 comenzaron a formarse las colas para coger mesa en el restaurante. Algo que, pese a los nuevos locales, se sigue conservando en la actualidad. «Después de la COVID teníamos miedo a que la cosa hubiera cambiado, pero se mantuvo la tendencia y eso nos reconforta mucho», explican los socios.

Llevados por éxito de este primer local, abrieron dos establecimientos más en Marbella y la zona de Puerto Banús, de donde son originarios, porque veían que allí tampoco había sitios de tapeo interesantes».

La suerte también jugó su carta ya que, como explican Buri y Gumpert, gracias a una casualidad pudieron hacerse con el local de calle Strachan, que también funcionó muy bien desde el principio y pudieron desarrollar un concepto más completo que sentó las bases para el modelo actual. «Gracias a esto pudimos coger el local de la antigua Doña Mariquita, en Uncibay, que tuvimos que reformar por completo con bastantes problemas porque eran tres espacios separados. Era diciembre de 2019, y no sabíamos que en unos meses saltaría la pandemia, así que como imaginas tampoco ha sido fácil», explica Buri.

A pesar de ello, no se amilanaron y, al surgir la posibilidad de coger la esquina de Uncibay y, posteriormente, el bajo de calle Granada, decidieron aprovecharla para seguir creciendo. En este último local, que llamaron El Pez Lola, implementaron un nuevo modelo de cocina más marinera y con una decoración que, aunque mantiene la línea de los anteriores, es un poco más moderna y desenfadada. «Por supuesto teníamos dudas, pero decidimos lanzarnos y en plena pandemia abrimos los dos restaurantes. Veíamos que incluso estando tan cerca unos de otros, funcionaban, y eso nos animó a seguir. De hecho intentan copiarnos, así que algo estaremos haciendo bien», analiza Buri.

No obstante, los socios subrayan que en este proceso ha sido fundamental la ayuda de colaboradores como Cervezas San Miguel, que siempre les ha prestado «un apoyo cercano, incondicional, tanto en los momentos buenos como en los más difíciles» Es por ello que los responsables no dudan en afirmar, mientras brindan con Magna: «Forman parte de nuestro equipo y sabemos que podemos contar con ellos».

Sobre la clave de este éxito, Burón y Gumpert aseguran que reside en que son negocios «pensados para el malagueño». «Nuestra propuesta se basa en una cocina de calidad, con elaboraciones propias y pensada para los locales, lo que pasa es que esa fórmula también funciona para los visitantes nacionales y extranjeros, así que es un doble éxito», aseguran. El hecho de contar con una cocina 'non stop' también permite dar servicio a este rango amplio de clientes, que tienen horarios de comida diferentes. Para asegurar esa calidad, que según sus responsables pasa por «elaborar de manera casera absolutamente todo, sin quinta gama», cuentan con una cocina central, que funciona como centro de producción propio y da servicio a los restaurantes.

Para dar soporte a los 7 establecimientos, la empresa cuenta con un equipo de 253 personas, contando con el personal de oficina. Una plantilla que se multiplica durante los meses de temporada alta, y conformada de base por alrededor de una decena de cocineros por local. «Por eso para nosotros es fundamental cuidar a nuestro equipo, porque son los que nos representan. Son nuestro contacto con el cliente».

El otro soporte de su crecimiento, aseguran, es la relación calidad-precio sumado a la variedad de la carta. «En nuestros restaurantes por 10 euros has comido, y has comido bien. Y eso es algo que ya difícilmente se encuentra en Málaga, y menos en el centro. Pero nosotros no nos conformamos, por eso siempre buscamos la eficiencia en el servicio y mimamos los detalles de decoración. Solo así consigues que un negocio funcione, crezca y se mantenga», aseguran.

Casa Lola

En la capital, Casa Lola cuenta con cinco locales ubicados en calle Granada, Strachan y la plaza Uncibay, que se suman a los dos de Marbella. Para ofrecer el mejor servicio, la empresa cuenta con 253 trabajadores, 70 de ellos cocineros, que destacan por su compromiso y buen hacer.

Dirección: Pl. de Uncibay, 3, 5, 29008.

Horario: De lunes a domingo, de 8.30 a 00.00 horas.

Reservas: 952 73 57 27.

RRSSl: instagram.com/casalolamalaga

Web: https://tabernacasalola.com

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