Los Mellizos Fuengirola: Cocina marinera

Hace varios meses, Los Mellizos abrió su octavo restaurante en Fuengirola, con lo que ya tiene todo el litoral desde Málaga a Marbella cubierto. La empresa de los hermanos Montes ha cumplido ya más de treinta años ofreciendo un servicio a la restauración a través de sus canales de venta y comercialización de productos del mar, y también como restauradores. Desde sus inicios ofreciendo sus raciones en la nave de venta al por mayor que tienen en Benalmádena hasta este último restaurante, Los Mellizos de Fuengirola han pasado, lo dicho, más de treinta años. Solamente si se ofrece un producto y un servicio adecuado con lo que el cliente busca cuando acude a un restaurante, un negocio de restauración triunfa.

Ramón Montes -uno de los 'mellizos', pues los Hermanos Montes son cuatro- ha conseguido que este establecimiento del centro de Fuengirola se haya convertido en uno de los centros de peregrinaje para los amantes del pescado chico frito y del marisco. El público que viene a esta casa no busca una mesa al sol y frente al mar sin importarle mucho el contenido de los platos, más bien todo lo contrario, ya que este restaurante no está a pie de playa ni tiene una amplia terraza al aire libre. Aquí el cliente habitual es de los que piensan que lo fundamental en un restaurante es el producto y cómo se prepara.

Compartir mesa con Ramón es todo un lujo por lo que nos cuenta de cada producto que llega hasta nosotros. Para empezar, la cocina de Los Mellizos de Fuengirola no difiere en esencia y sustancia a la que nos podemos encontrar en los otros restaurantes del grupo, aunque sí hay una pequeña diferencia marcada por la inclusión en carta de algunos platos más actuales, como pueden ser el ceviche, concesión a la cocina peruana y platos de cuchara como las fabes con almejas o una clásica zarzuela de marisco, incluso unos langostinos al Pedro Ximénez. Tampoco faltan, aunque ya son clásicos de su carta, los arroces y los salteados, aunque personalmente yo me sigo quedando con el pescado frito.

La fritura de Los Mellizos es de nota y de categoría. Crujiente por fuera, jugosa por dentro y con un toque salino justo para que las papilas reaccionen y la frescura del producto inunde la boca. Pero si el punto de frito de lo que probamos era alto, especialmente el del rape, también hay que reconocer que un toque inadecuado de fuego puede dar al traste con un buen marisco. Muy correcto ese punto de fuego en dos productos tan dispares y de comportamiento tan distinto en los fogones como son las coquinas y la gamba blanca; ambos llegaron con un punto de jugosidad bastante notable.

Este grupo familiar al que ya se ha incorporado la tercera generación es consciente de pertenecer a un sector cada día más competitivo y por lo tanto más exigente, de ahí que la renovación en las instalaciones y en el proyecto familiar sea una constante, sin que ello suponga tener que renunciar a la tradición en su cocina.

Los Mellizos de Fuengirola se caracteriza por ser un espacio muy diferente al resto de los demás establecimientos, sin vistas al mar, pero con una amplia selección en su bodega y con un servicio muy profesional y con ganas de agradar al cliente.

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Uno de los platos más actuales y que se salen de lo que es la tradición en la cocina de esta casa. Un guiño a la cocina peruana que resuelve con honestidad, aunque el cítrico llega a sobrepasar el sabor de la gamba.

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Este pescado tiene un sabor bastante personal y contundente que al presentarlo sobre un salteado de verduras lo refuerza todavía más y le ayuda a darle una mayor jugosidad al pargo.