Ojalá sólo haya sido una noche aciaga...

Ahí llegó el 0-1 tras una pifia tremenda de la zaga local y el comienzo de la debacle de la banda izquierda, que fue un verdadero coladero para gozo y felicidad de los alicantinos, sin que nadie reaccionara. Pero lo que podía parecer en el primer tiempo una debacle general con especial mención para dos o tres jugadores (Dani Sánchez, Rahmani, Antoñito...) se convirtió tras el descanso en una pesadilla. Si el Málaga del primer tiempo fue malo, el del segundo tiempo fue un horror. Y es que nada más salir del vestuario, de nuevo, a las primeras de cambio, otro gol, y a partir de ahí un verdadero baño de los visitantes. Los malaguistas ni un solo tiro, en una noche aciaga donde el suspenso fue colectivo y para todos, incluido el entrenador, que debió reaccionar antes (a priori se pensaba eso, pero vistos los cambios, tampoco hubiera solucionado nada).

Pena da que un ex jugador del Málaga fuese uno de los timones de los ilicitanos: Febas era y es un muy buen jugador, pero aquí se piensa con el bolsillo y muy poco con la cabeza. Lo peor no es la derrota, que duele, y mucho, por 0-3, sino el miedo que nos da a quienes pensamos que este equipo necesita más refuerzos y no tener las arcas, pero en fin... ¿Por qué el Elche puede tener a Nico o a Febas y el Málaga, con el poderío de su afición y de su ciudad no...? Me lo expliquen, por favor. Tras la nefasta noche, ahora más que nunca se necesita un faro que oriente a los jugadores tras lo que fue una debacle. Ojalá haya sido sólo eso, una noche aciaga...