El Málaga seguirá apostando por Hicham

Ante esto existe una gran ilusión por conseguir reclutar a efectivos de un nivel algo más elevado para el proyecto de la campaña 21-22. «Estaremos un poco mejor que este año, sin alardes, pero dando pasos», dijo hace unas semanas el director deportivo, Manolo Gaspar, quien ya vuelve a contar con jornadas maratonianas para planificar el equipo que dirigirá José Alberto López, quien ya ha dado su opinión sobre perfiles de jugadores. En este sentido, la próxima semana, una vez oficializada la llegada del entrenador, podrían darse ya las primeras operaciones sobre nuevas incorporaciones o renovaciones de contrato.

Mientras tanto, uno de los movimientos automáticos que se darán será el paso de canterano a jugador con ficha profesional del atacante Hicham. El extremo marroquí, con contrato hasta 2023, dejará atrás su condición de filial para ser uno más entre los dorsales del 1 al 25. Esto se produce por el hecho de que el atacante deja de ser jugador en edad sub-23 y para continuar en el Málaga tiene que experimentar este salto. Pero también es una evolución que desde el club acogen con entusiasmo, porque siguen confiando en su potencial a pesar de que esta temporada haya sido en blanco para él por las continuas lesiones.

Aún así, el Málaga no se plantea una cesión y cuenta con el desequilibrante extremo, un perfil que encaja además en el molde del nuevo técnico, que seguirá apostando por el estilo de juego directo, veloz y vertical, cualidades que definen a un Hicham que no ha podido demostrar nada en el curso 20-21, donde sólo ha podido disputar 44 minutos de juego repartido en tres partidos donde recayó de sus diferentes dolencias. Esto ha convertido su última temporada como malaguista en un suplicio del que ya esperan hablar únicamente en pasado.

Las ilusiones, tanto del jugador como del club se han renovado por completo y la confianza sigue siendo máxima entre las partes para que Hicham se convierta en una especie de 'primer fichaje' para el siguiente plantel. El reciente seguimiento sobre el jugador arrojan datos positivos sobre de readaptación tras recuperarse de su última lesión y esperan haber encontrado el equilibrio físico y mental que necesita para poder desplegar sus mejores armas sobre el terreno de juego. Estas son el regate y la explosividad. Unos recursos que se han echado en falta este año. Sobre todo esa capacidad del marroquí para llegar a línea de fondo con ventaja.

Paradójicamente esta semana el Málaga se vuelve a cruzar ante el Castellón, el rival frente al que Hicham sufrió su primer gran golpe en forma de una lesión de gravedad, aunque no parece que pueda completar un regreso poético porque aún sigue entre algodones y la precaución es máxima dentro del Málaga en cuanto al trato del jugador, quien ya tendría que esperar a que pasen las vacaciones y arranque la pretemporada para volver a probarse y olvidar esta nefasta campaña. «Está acumulando cargas de entrenamiento. No queremos asumir ningún riesgo, pero le vendría bien poder competir pensando en el futuro del equipo y en su futuro a nivel emocional. Cada vez está mejor y es bueno que poco a poco olvide sus lesiones», reflexionó sobre Hicham el técnico, Pellicer, en su comparecencia previa al anterior encuentro contra el Leganés.

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