Talent Lab: la nueva generación de profesionales pide paso

Están hartos de la cantinela de que no hay futuro para ellos. Desde que tienen uso de razón han escuchado cómo se les tacha de 'ninis', de analfabetos funcionales, de generación enganchada a las pantallas... Un estereotipo que se derrumba frente a la ambición y el talento de los 50 jóvenes participantes en Talent Lab, el proyecto formativo impulsado por SUR y ESIC para allanar el acceso al mercado laboral. La segunda jornada de este evento de tres días, en el que colaboran empresas de la talla de Ikea, Trops, Sinerba, FYM Heidelberg Cement Group, Dekra, Grupo Torcal, Deloitte, Metro Málaga, Cajamar o Standby Consultores, se celebra hoy en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga con el foco puesto en la inteligencia emocional, el trabajo en equipo y la creatividad. A través de talleres y dinámicas de grupo, los jóvenes profundizan en las ahora conocidas como 'soft skills' ('habilidades blandas'), cada vez más valoradas por las empresas a la hora de reclutar talento.

«Es cierto que nos pintan el futuro muy negro, que parece que lo vamos a tener muy complicado, pero yo creo que si tienes actitud, ganas y decisión, más tarde o más temprano puedes conseguir lo que te propones», apuntaba Álvaro Cáliz, estudiante de tercero de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Málaga que, como el resto de los 50 participantes de Talent Lab, superó un exigente proceso de selección con más de 300 candidatos. Cinco horas de pruebas escritas, una jornada de dinámicas de grupo y una entrevista personal que les hicieron «ser conscientes de cualidades y facetas nuestras que ni siquiera conocíamos», apuntaba su compañera María González, aún ruborizada después de que sus compañeros le dedicaran el 'Cumpleaños feliz' en la pausa del café.

González, también estudiante de Publicidad, comparte ese optimismo respecto a su futuro laboral. «Antes era más negativa, pero ahora creo que la clave es buscar oportunidades, que las hay, ponerse las pilas y trabajar mucho», comentaba tras resumir así lo que espera sacar de estos tres días: «Aprender». Éste es, comentaba, su objetivo primordial ahora que está terminando la carrera y asomándose al mercado laboral. «No quiero cerrarme puertas ni marcarme objetivos todavía: lo que quiero es absorber conocimientos, adentrarme en terrenos que no domino, conocer gente... y después ya decidiré por dónde quiero enfocar mi carrera profesional», explicaba. Talent Lab precisamente está pensado para facilitar a estos profesionales en ciernes el acceso al mercado laboral y, a la vez, para ayudar a las grandes empresas a descubrir talento.

«Creo que hay una razón por la cual hemos acabado aquí estos cincuenta y no otros candidatos: somos todos muy ambiciosos y competitivos, pero de una forma sana», comentaba Jesús Gallego, estudiante del doble grado de Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial, también de la UMA, que espera poder hacer contactos que le sirvan para dar sus primeros pasos en su sector. «Sé que mi carrera está muy demandada en el mercado laboral, pero yo quiero ir paso a paso, descubriendo qué es lo que más me llena», apuntaba, mencionando el modelado 3D como uno de los campos que más le atraen a priori.

En esta segunda edición, Talent Lab tiene un apretado programa de tres días (desde ayer hasta el viernes) que combina charlas motivadoras, como la de ayer del medallista olímpico José Luis Abajo 'Pirri', con talleres prácticos sobre oratoria persuasiva, marca personal, inteligencia emocional, resiliencia o marketing aplicado a la búsqueda de empleo. Otra pata fundamental la componen los encuentros con directivos de empresas como las ya mencionadas, donde los jóvenes pueden interperlarles directamente y preguntarles todo lo que se les ocurre: qué formación y qué cualidades valoran más en un candidato, cómo mejorar la empleabilidad, qué perspectivas de contratación tiene cada compañía... «Para mí ha sido increíble poder hablar de tú a tú con un integrante del equipo de comunicación de Ikea», apuntaba Álvaro Cáliz.

Todos los participantes salían removidos esta mañana del taller de inteligencia emocional impartido por Xefa Lousa, 'coach' y profesora de ESIC en Desarrollo de Habilidades Directivas, que daba claves para saber identificar emociones en nosotros mismos y en los demás y aprender cómo funciona cada una para saber cómo lidiar con ellas. Lousa insistía en que las emociones negativas, como la tristeza, también hay que vivirlas y no evitarlas. Por eso, advertía, nunca hay que decirle eso de «Venga, anímate» a alguien que está deprimido.

«Ha sido increíble, no tiene nada que ver con lo que te enseñan en el sistema educativo. Me parece fundamental aprender a tratar con la gente, a trabajar en equipo; eso nadie te lo enseña en el colegio ni en la Universidad y lo aprendes a base de golpes», reflexionaba María González nada más salir del taller. «Me parece clave saber gestionar las emociones en todas las facetas de mi vida. Saber hacerlo te cambia la vida porque te permite afrontar mejor los problemas que te van llegando. Menos mal que hoy día el autoconocimiento y la salud mental se está poniendo más en valor», añadía Jesús Gallego.

Y después de trabajar con las emociones, tocaba jugar con piezas lego... aunque eso sólo era la excusa para aprender a canalizar la creatividad y a trabajar en equipo. Así era la dinámica 'Legocadio', dirigida por Lousa y José Luis Alonso, a la que siguieron encuentros individuales entre jóvenes y directivos de recursos humanos de las empresas colaboradoras de Talent Lab. Ya por la tarde, se ha celebrado una mesa redonda con Francisca Rubio, directora general del consorcio Innova IRV, y Ana Nieto, 'product manager' de Hispasec, como representantes del sector tecnológico, sin duda el que más pujanza está mostrando en Málaga en lo que se refiere a la captación de talento. Cierra la jornada Nacho Pérez con su charla 'Motiva-acción. Qué quieren y buscan las empresas'.

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