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Poco ambiente en la playa de la Misericordia, en la capital.

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Poco ambiente en la playa de la Misericordia, en la capital. Migue Fernández

Una Noche de San Juan sin 'júas' ni hogueras pero con mucha responsabilidad de los malagueños

Los malagueños abandonan la playa antes del anochecer para cumplir con las recomendaciones de los ayuntamientos

Juan Soto

Málaga

Miércoles, 24 de junio 2020, 00:08

El sonido que repetían los megáfonos junto al paseo marítimo surtieron el efecto deseado. «Se recuerda que la noche de San Juan está suspendida. Se recomienda abandonar la playa antes del anochecer». Sin hogueras, 'júas', barbacoas ni fuegos artificiales, los malagueños decidieron pasar la Noche de San Juan en casa o, como mucho, en alguno de los chiringuitos que pueblan el litoral. La cancelación de todas las fiestas populares en la provincia durante la noche más corta del año y el temor a nuevos rebrotes provocó ayer una estampa insólita en los arenales, con contados grupos repartidos por toda la provincia. En la capital, ni la zona de La Misericordia, ni La Malagueta ni El Palo registraron una gran afluencia de usuarios y sólo se produjo un ligero aumento cuando se aproximaba la media noche para cumplir con los tradicionales rituales de lavarse la cara o mojarse los pies Durante toda la noche, más de 200 agentes de la Policía Local vigilaron que no se produjeran desmadres.

Entre los pocos grupos que decidieron prolongar su estancia en la playa se encontraba el de la familia de Mónica Vivas, que acudía por primera vez con sus hijos a la arena en esta mágica noche. A pesar de que no era el año propio para hacerlo, explicaba que los niños no sabían lo que era una moraga y tenían ganas de descubrirlo, por lo que se hicieron unos bocadillos y se lanzaron a la arena. «Al menos cenaremos aquí», decía. «Esperemos que el año que viene se pueda celebrar en condiciones», añadía.

Marbella. Vigilancia y pequeños grupos

Marbella vivió anoche con poco ambiente y altas dosis de responsabilidad la noche que marca la entrada en el verano. En las playas más populares, como La Bajadilla o La Venus, o en San Pedro Alcántara, que tradicionalmente reúnen grandes concentraciones en la velada de San Juan, apenas se dejaron ver pequeños grupos de amigos reunidos sobre la arena. El fuego, el otro protagonista de la noche mágica de junio, faltó a la cita.

La semana pasada el Ayuntamiento anunció la suspensión de todos los actos oficiales previstos y adelantó que no autorizaría el encendido de fogatas. Anoche, para garantizar el cumplimiento de esta medida, reforzó la vigilancia con policías locales en las zonas del litoral.

Sin embargo, los agentes se encontraron con muy poca gente en las playas, la mayoría pequeños grupos de jóvenes. Los chiringuitos que se encontraban abiertos sí registraron una asistencia importante de vecinos que decidieron celebrar la entrada del verano sobre la arena pero en torno a una mesa.

También el paseo marítimo registró un gran ambiente, con numerosas personas que no se resignaron a no celebrar la noche de San Juan junto al mar, aunque más no fuera con un modesto paseo.

Costa occidental. Una noche con poca chispa en Benalmádena y Fuengirola

En una vida normal, la Noche de San Juan es mucho jaleo en las playas de Fuengirola. Hogueras, saltos, barbacoas y ritos paganos. Nada de esto ocurrió este martes. Por el contrario, una imagen insólita de una orilla que empezaba a quedar vacía de bañistas. Sobre las 21 horas, ya no quedaba nadie. No ayudó el estado de la mar, picada, con fuerte oleaje. Tampoco la niebla que se levantó a última hora, como si fuera una cortina de tristeza que se acopla a la perfección al contexto.

Al contrario que en otros municipios de la Costa, por ejemplo Torremolinos, el Ayuntamiento no vetó el acceso a la playa. Sí estaba prohibido hacer barbacoas o encender cualquier tipo de fuego, además del resto de inconvenientes aparejados a la llamada nueva normalidad. En estas circunstancias, el interés por hacer las cosas que siempre se hacían se pierde, como confirmó Marcos Panulato, vecino de Los Boliches. «En este ambiente tan raro no tienes cuerpo para fiestas y aglomeraciones. Todavía queda algo de miedo».

Otro hecho que consagra a una Noche de San Juan como histórica, tristemente, es la facilidad para encontrar aparcamiento a la primera en el paseo marítimo. Carmen Medrano, otra vecina de Fuengirola, confirmó el marco que iba fabricando una noche en la que el poco ambiente que hubo se concentraba en los chiringuitos y terrazas. «Un 23 de junio normal sería imposible aparcar aquí».

Si hay que buscarle el sentido positivo, queda la constatación de una noche en la que la ciudadanía ha respetado las medidas de seguridad impuestas para evitar la expansión del coronavirus. Esa sería la versión resultadista.

De forma similar, en las playas de Benalmádena tampoco hubo nada que recordara, aunque de forma lejana, a la Noche de San Juan. En Puerto Marina, sobre las 22.30 horas, sólo quedaban personas sueltas paseando por la orilla. Una pareja de la Policía Local confirmó a SUR que «la noche estaba siendo más tranquila de lo esperado».

Axarquía. «Hay que respetar las normas; esto no es una broma»

Puntuales a las 21.30 horas, las familias Domínguez e Hidalgo abandonaban anoche la playa de Rincón de la Victoria, a la altura del hotel Rinconsol, siguiendo las normas dictadas por el Ayuntamiento con motivo de esta inédita Noche de San Juan. «Hay que respetarlo, esto que ha pasado no es una broma, mira los rebrotes que está habiendo», dijo Esteban mientras colocaba a sus hijos las mascarillas para volver a casa.

En Torre del Mar, aunque no se cerraron las playas, al filo de las 22 horas apenas había unos pocos jóvenes bañándose frente al faro. Ni rastro de hogueras, chambaos, jaimas o tiendas de campaña. «Nos quedaremos por el paseo marítimo», expresaron.

Han colaborado: Héctor Barbotta, Matías Stuber y Eugenio Cabezas

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