
Director de Cáritas Diocesana en Málaga
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Director de Cáritas Diocesana en Málaga
Cáritas se ocupa de quienes no pueden irse de vacaciones y de que el resto de la sociedad que sí puede hacerlo sea consciente de ... que hay cosas que se han de cambiar para que el desarrollo sea más inclusivo. Por eso, uno de los lemas de Francisco José Sánchez Heras, director de Cáritas Diocesana de Málaga, bien puede ser «a Dios rogando y con el mazo dando» o «caridad y justicia social». Se irá de vacaciones a la playa. Sin mala conciencia, pero con mucha consciencia.
–Dicen que la caridad empieza por uno mismo. ¿Usted lo aplica?
–Reconozco que es un refrán que no tengo muy presente.
–¿Cómo afronta las vacaciones alguien que trabaja con gente que no se puede permitir ni irse un día al Aqua Park?
–Con mucha conciencia y la preocupación lógica de que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades. Uno puede estar disfrutando de unos días con la familia y ser consciente de que hay gente que no tiene ese acceso. No es tanto mala conciencia sino tener presente lo que se está viviendo y que hay personas que no pueden. Eso no es vivir amargado. Además, uno se puede plantear unas vacaciones distintas.
–¿Cómo?
–Puedo dedicar parte de mis vacaciones a algún proyecto social. A Cáritas en vacaciones vienen muchos jóvenes a colaborar. Es verdad que es necesario descansar para poder seguir. Pero compartir un tiempo con personas que lo necesitan también es descanso.
–En su ocio estival, ¿es más de playa o de montaña?
–En verano soy mucho de playa. Tengo tres niños que son anfibios, además, y no se pierden una ola.
–¿Sabe la gente que los informes de Foessa, la fundación de Cáritas, son los más radicales –por ir a la raíz de los problemas– que se hacen en España?
–Estoy empeñado en que Foessa se conozca fuera de Cáritas. Sus estudios, ni la dictadura pudo pararlos. Foessa realiza los análisis más rigurosos de España sobre la pobreza: reveló qué familias eran las que más estaban sufriendo la pandemia inflacionaria, qué ingresos son necesarios para tener una vida digna y qué otros aspectos, además de la renta, hay que contemplar, porque la pobreza no se puede comprender solamente con la medición de los ingresos, sino que hay que contemplar si se dispone de una calidad de vida cultural digna, si existe una red de apoyo suficiente; son variables que hacen comprender la carestía más allá de lo material y que tienen en cuenta una privación general de oportunidades.
–Más allá del diagnóstico, Foessa también da recetas para transformar la realidad.
–Correcto. No se proponen tiritas para el sistema, sino que son ideas que cambian la estructura social, nuestro modelo de producción.
–Chocan estas palabras. También, la defensa que hace Cáritas de la Ley de Vivienda, que los partidos conservadores critican.
–Nosotros hemos dicho que la ley tiene sus bondades, aunque tiene también sus deficiencias, porque nos gustaría que las medidas llegaran a más población. Aunque nos preocupa que muchas veces las leyes se convierten en grandes declaraciones, pero luego no se materializan en lo concreto.
–Le preocupa el derecho a techo.
–El derecho a la vivienda es una gran declaración que se recoge en la Constitución, pero los responsables públicos no facilitan que se cumpla y vemos realidades muy sangrantes con personas que pagan por horas para dormir en una habitación, en un piso alquilado, realquilado, en nuestra propia ciudad, donde el problema de la vivienda es de una magnitud mayor, porque ha crecido mucho con el turismo. En cualquier barrio de Málaga hay viviendas de alquiler turístico. Todo se ha convertido en turismo, pero éste tiene que ser sostenible. Cuántas viviendas de ésas podían ser residenciales.
–A Dios rogando y con el mazo dando...
–Sin duda.
–... caridad...
–... y justicia.
–¿No son la justicia social y la caridad una enemiga de la otra?
–Para Cáritas, la justicia es el mínimo de la caridad. La caridad trasciende la justicia. Las leyes pueden establecer que no sea posible acoger a un inmigrante, pero por caridad se da hospitalidad y se da acogida.
–¿El modelo de desarrollo de Málaga es excluyente?
–Proponemos un modelo de desarrollo que tenga en cuenta también a los Asperones, a las pobrezas de Cruz del Humilladero, Carretera de Cádiz, Cruz Verde... zonas de Málaga con gran desarrollo, pero que se están viendo abocadas a la marginalidad. No diría que se está excluyendo a gente, pero sí que hay personas que no disfrutan del mismo desarrollo de Málaga.
–¿Y de ellas será el Reino de los Cielos?
–Ésa es una bienaventuranza.
–¿O un consuelo?
–Los pobres son los primeros en el Reino de los Cielos, tanto es así que Cáritas sigue haciendo cosas para los que nadie quiere hacer nada.
–Se trata de mejorar las cosas en la tierra.
–Claro. Cáritas apoya aquí en la tierra a personas sin hogar, enfermos de sida, migrantes, combate la soledad, uno de los grandes problemas de nuestro modelo de desarrollo porque la propia ciudad se está convirtiendo en una isla para muchos mayores que no tienen apoyo de nadie. Todo el mundo debería disfrutar del desarrollo de Málaga.
–Ha habido polémica con la convocatoria electoral en pleno verano. Pero hay gente que vota menos, las rentas bajas, al margen de la fecha.
–Y, por lo tanto, los políticos también les prestan menos atención. Eso también ha demostrado Foessa: la participación política en las zonas más pobres es mucho menor. Yo lo llamo 'espiral diabólica': como no me siento integrado, no participo y como no participo, me siento cada vez más excluido y a su vez la política cada vez presta menos atención a los colectivos excluidos.
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