Cierran la piscina de una urbanización privada en el Parque Litoral al defecar en ella
La comunidad de propietarios desconoce si se trata de una incontinencia infantil o corresponde al reto viral de depositar heces en el agua
Por ahora, se desconoce si se trata de una incontinencia infantil, una gamberrada de mal gusto o corresponde a la pulsión impúdica de alimentar el reto viral de depositar heces en el agua. Pero unas 100 familias del residencial Diana Litoral, ubicado en el Parque Litoral, están sin piscina desde el miércoles de la semana pasada. El mismo día en el que el portero de la propiedad descubrió en su ronda matutina una deposición de «gran tamaño» flotando en el agua. Después de alertar sobre esta situación, se procedió al cierre inmediato de la piscina y a los trabajos de limpieza para erradicar cualquier resto biológico que haya podido dejar en el agua la desagradable presencia de estas heces.
La clausura se mantiene hasta el día de hoy, coincidiendo con las jornadas de mayor calor en lo que va de verano. La frustración entre los vecinos crece, ya que aún no hay una fecha fijada para volver a abrir la piscina. Mercedes Ortiz es una de las residentes afectadas y relata los hechos de la siguiente manera: «Es un piscina que, por su tamaño, no requiere de la presencia de un socorrista. Estos días de verano, suele haber niños hasta las 22.00 horas. Pero siempre hay padres vigilando y la presencia de personas ajena a la propiedad es muy poco probable. La semana pasada, el portero detectó la presencia de heces y desde entonces se clausuró la piscina».
Después de retirar los heces, se procedió a elevar la dosis de cloro y ahora se está pendiente de un informe externo que confirme la calidad del agua y la nula presencia de restos biológicos, además de ratificar que los niveles de ph están dentro de lo que marcan los parámetros.
No obstante, los vecinos sospechan de que el problema ha sido originado de alguien de fuera del recinto. «Creemos que ha tenido que ser alguien que ha saltado de noche al recinto y, o bien ha realizado sus necesidades dentro del agua, o bien se ha lanzado a propósito desde fuera», expone Ortiz.

También está la posibilidad de que esta comunidad de vecinos haya sufrido el último reto viral, que está afectando a muchas piscinas públicas y comunitarias por todo el país. Sobre todo, en las piscinas de la Comunidad Valenciana se ha tenido que echar el cierre en plena temporada alta por la aparición de heces en el agua. En cualquier caso, como está pasando ahora en esta piscina del Parque Litoral, los usuarios son los principales perjudicados. Al aumento de la carga de cloro, hay que sumarle más tratamientos químicos destinados a restablecer luego el nivel de cloro adecuado deposiciones.
Primer caso en Málaga
Miguel Ángel Martín es el gerente de Ferto Pisicinas. La empresa gestiona el mantenimiento de 200 piscinas en la provincia. Según ha asegurado a este periódico, en lo que va de verano, aún no se ha encontrado con un caso similar. «Lo más común es encontrarte animales muertos, como puede ser una rata, o una lata de cerveza que procede de una fiesta del día anterior», expone. Sobre el aumento del cloro, abunda en que las cantidades necesarias para neutralizar los restos biológicos de las heces superan de largo lo marcado por la propia normativa. Lo que no significa, no obstante, que el agua no pueda recuperar al día siguiente los niveles adecuados. «Utilizamos productos químicos para restar de nuevo cloricidad al agua», señala.
En el residencial de Diana Litoral, mientras que se espera la apertura de la piscina, ya se han puesto en marcha medidas preventivas. Al cumplimiento a rajatabla de los horarios, se le sumarán más acciones de vigilancia.
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