Alcaldes de Málaga piden al Gobierno que extienda hasta 2022 la exención de la regla de gasto
Los principales ayuntamientos defienden que con un ejercicio más habría tiempo para ejecutar inversiones de mayor envergadura
Los principales alcaldes y alcaldesas de la provincia lo tienen claro: cuanto más tiempo se extienda la anulación de las reglas de gasto y ... del uso del superávit, mayores podrán ser las inversiones a realizar durante el año que viene. Los máximos responsables de los ayuntamientos de la provincia de Málaga piden al Ejecutivo de Pedro Sánchez que amplíe –al menos hasta 2022 incluido– unas medidas que han entrado en vigor durante 2020, pero que podría limitar el gasto ya que éste debería realizarse al completo antes de acabar el próximo ejercicio.
Tras varios meses de polémicas entre Hacienda y los consistorios (con una crisis dentro de la FEMP), el Gobierno cedió y levantó la regla de estabilidad presupuestaria durante el último trimestre de 2020 y todo 2021. Tal como avanzó SUR hace unas semanas, esto provocará que los presupuestos de las administraciones locales disfruten de modificaciones al alza a lo largo del año, lo que permitirá ir incorporando el superávit aunque su gasto supere a los ingresos, tanto los previstos como los reales.
Sin embargo, esta posibilidad tiene una salvedad importante que destacan los responsables políticos de los ayuntamientos: el tiempo. Así lo afirmaba hace una semana el edil de Hacienda del Ayuntamiento de Málaga, Carlos Conde, que recordaba que cualquier inversión debe pensarse, licitarse, ejecutarse y pagarse dentro del año, ya que si no ese dinero se perdería cara al ejercicio siguiente.
Por eso, el concejal aprovechaba para pedir al Ejecutivo que extienda estas salvedades temporales al menos un año más, ya que así se abriría el abanico para realizar inversiones u obras de mayor calado que exigen un proceso administrativo y de ejecución que superan los doce meses.
Preguntados por esta cuestión, los regidores de los principales consistorios se han sumado a esta propuesta, independientemente de su color político. En el caso de Benalmádena, su alcalde, Víctor Navas (PSOE), sostiene que cuanto más tiempo queden anuladas las reglas fiscales, más «sencillo» será para su administración gastar el superávit del ejercicio anterior. No en vano, los ayuntamientos no podrán tocar esos ahorros hasta que el presupuesto de 2020 quede liquidado, un hecho que se producirá como muy pronto en el mes de marzo, lo que dejaría un margen de tiempo de apenas nueve meses en el mejor de los casos. Eso sí, para Navas esto no pasa solo por lo que decida el Consejo de Ministros de España, sino que defiende que la Unión Europea tiene «mucho que decir» sobre la flexibilización en el uso del ahorro acumulado por parte de cualquier administración pública.
En Fuengirola, fuentes consultadas expresan que el gobierno local es «favorable» a que se amplíe la posibilidad de utilizar los remanentes en beneficio de la ciudad y los que residen en ellas, aunque recuerdan que con reglas fiscales o con la flexibilización de las mismas, la gestión económica del equipo de gobierno «siempre ha permitido hacerlo».
El Ayuntamiento con más superávit de la provincia –el de Mijas– tiene una postura que va un paso más allá que el resto. A juicio de su alcalde, Josele González (PSOE), el Gobierno debería directamente «eliminar» el techo de gasto y la congelación de los remanentes, «al menos para aquellos que cumplimos y ahorramos», matiza el máximo responsable municipal. En su caso, el Consistorio acumula más de 100 millones de remanente, por lo que ya en este 2020 han realizado una modificación presupuestaria de 64 millones de euros, lo que ha supuesto casi un 64 por ciento más, ya que el planteamiento inicial se quedó en torno a los 99 millones.
El caso de Marbella
Aunque el presupuesto de Mijas no está liquidado, parte de estas inversiones se podrían quedar sin ejecutar (algo bastante habitual en la mayor parte de los ayuntamientos), y de ahí la necesidad de una prórroga de tiempo (o directamente de eliminarlo), sobre todo en un momento tan complejo para la economía en el que los estímulos por parte de las administraciones públicas son muy necesarios, tal como ha demostrado la Unión Europea en estos últimos meses con el Fondo de Recuperación.
Mientras se decide si el Gobierno recoge o no el guante, hay algún consistorio que prefiere no esperar y se ha lanzado a poner en marcha un experimento que podría salir bien. El Ayuntamiento de Marbella podrá empezar a licitar cualquier proyecto desde este mes de enero, ya que ha pedido un préstamo por el valor del superávit que pretenden cubrir un vez que estén liquidadas las cuentas públicas allá por el mes de marzo. Con esta medida, que ha sorprendido a otros consistorios tal como reconocen algunos alcaldes y ediles de Hacienda, ganarán como mínimo dos meses de tiempo para poner la maquinaria administrativa en marcha;un tiempo que podría ser de oro si finalmente el Ejecutivo de Sánchez no extiende un año más la exención en las reglas de gasto y en el uso del superávit.
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