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Juan Cano
Miércoles, 25 de noviembre 2015, 01:06
«No sabe lo que hizo ayer, hay veces que no me conoce ni a mí». Quien habla es una de las hijas de Pedro (nombre ficticio), un jubilado malagueño de 80 años que ha sido víctima de una supuesta estafa tras conocer a una mujer que buscaba compañía en el programa de Juan y Medio, que se emite cada tarde en Canal Sur. «Mi padre estaba robotizado. Lo firmó todo reintegros y también transferencias a través de Correos, pero es que habría firmado hasta su sentencia de muerte si se la hubieran puesto por delante. Se han aprovechado de él hasta la médula».
De su cuenta salieron, en año y medio, más de 60.000 euros cuyo destino intenta esclarecer la Policía Nacional, que detuvo a la mujer a la que conoció en televisión, de 76 años, y a la hija de ésta, de 40, ambas de Cádiz, por su presunta implicación en los hechos. «A mi padre le han sacado los ahorros de toda una vida era fontanero y aún está pagando la deuda que le han dejado en compras en Galería del Coleccionista. De hecho, le retienen la mitad de la pensión», asegura la hija de Pedro, que se muestra indignada por lo ocurrido, pero al mismo tiempo resignada porque fue su padre quién firmó los cargos a su cuenta. «Y todavía le quedan por pagar unos 7.000 euros», apostilla.
Una vecina fue quien puso en alerta a los servicios sociales, que también recibieron una comunicación del hospital por un ingreso reciente del anciano, que apareció solo sus hijas sospechan que lo dejó allí alguna de las detenidas en la puerta de urgencias tras sufrir una caída. «La trabajadora social lo visitó dos veces en casa y comprobó que en la nevera sólo había latas de conserva y la misma comida sin tocar de una semana a otra», explican las hijas, que por circunstancias familiares habían perdido el contacto con su padre, pero que ahora se han hecho cargo de él. «Había perdido 20 kilos prosiguen y ya ha recuperado 10». Los servicios sociales confirmaron en el banco los reintegros que había realizado desde 2013 hasta 6.000 euros en algún mes, en diferentes veces, dieron orden de que sólo se le permitiera extraer 300 euros a la semana y avisaron a las hijas. «Algunos meses se quedó en números rojos, porque sacaba todo el dinero de la pensión y después le venían los cargos de la luz y el agua».
El pasado julio, recibieron una llamada de la entidad en la que se les informaba de que Pedro se había presentado allí con una mujer para sacar dinero. «Mi hermana se acercó y le preguntó: ¿Quién es usted?. Ella respondió: Su nieta. Entonces, mi hermana le dijo: Pues yo su hija». Ya en la calle, confesó que era la hija de una expareja y, siempre según la versión de la familia, les espetó: «No he robado nada, en todo caso ha sido mi madre». En ese momento, llegó la asistenta social con un abogado y avisaron a la policía, que identificó a la sospechosa y también a un testigo que presenció el incidente del banco. Más tarde sería detenida, al igual que su progenitora. Ambas están en libertad.
Este periódico pudo contactar con la madre la que acudió al programa de Juan y Medio para conocer su versión. Según manifestó, no llegó a ser pareja de Pedro, aunque aseguró que tuvieron un acuerdo para que ella le llevara comida casera a cambio de 300 euros mensuales. Afirmó que su hija, a la que le presentó para que le limpiara la casa, sí tuvo relación con él.
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