Educación diseñará con las universidades un plan para mejorar la formación de docentes
Según el consejero Javier Imbroda, superar una oposición «es importante, pero no suficiente», para ejercer como profesor
El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, considera que la formación de los docentes andaluces «es mejorable», y por esto se está trabajando con las universidades para, de manera conjunta, alcanzar ese objetivo. «Solo un examen no capacita o habilita para ser un docente de por vida; la oposición es dura e importante, sí; pero suficiente, no», afirmó. Por esto apuntó que Educación y universidades «debemos abrir un proceso de reflexión» para procurar la mejor formación de los futuros docentes que, además, debe ser un proceso continuo. «Estamos en un momento de una colosal innovación educativa, que va más allá del aula, por lo que tenemos que estar renovándonos continuamente; un docente nunca puede dejar de formarse, porque quien no lo haga tendrá problemas», avanzó el consejero.
Javier Imbroda participó este sábado en unas jornadas de innovación y transformación educativa, Inspirated, organizadas por ESIC, en su sede del PTA, en la que participaron María Guijarro, Paco Rivero, Sonia Díez, Carlos Pallero y Rosa Liarte como ponentes.
El consejero se presentó como «docente de profesión y de vocación», que parte de su carrera la ha dedicado al deporte. Y esta faceta le sirvió para creer «en el talento y el esfuerzo», que permitió a equipos modestos competir, con muchos menos recursos económicos, con los más grandes. Una filosofía y experiencia que quiere trasladar a su faceta política. De esta manera, indicó que la innovación necesita de un cambio de mentalidad: «No dudo de la capacidad y talento de la comunidad educativa, debemos entender en qué sociedad estamos y qué espera la sociedad de nosotros», dijo.
Mejorar la calidad
Según el consejero, hay que «comprender y reflexionar, pero también actuar», reconociendo no obstante que es complejo y lento implantar en el sector educativo cualquier novedad, pero que su labor será hacer comprender a todos los implicados por qué se toma un determinado camino. El objetivo, en todo caso, es mejorar la calidad y el nivel educativo de los niños y jóvenes pues, como señaló, «las desigualdades sociales tienen su origen en las desigualdades educativas».
El consejero destacó tres iniciativas que su departamento ha puesto en marcha en este breve espacio de tiempo. Por un lado, la ley de autoridad del docente, que implicará la presunción de veracidad tanto para docentes como directores y demás miembros de los órganos de gobierno de los centros, el reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica, así como el establecimiento de un marco para la fijación de normas y medidas disciplinarias dentro de los planes para el fomento de la convivencia en los centros. No obstante, reconoció su sorpresa porque «a estas alturas tengamos que reconocer la autoridad de maestros y profesores, como está sucediendo con el personal sanitario».
En segundo lugar, los planes de mejora de la formación de los profesores. Un planteamiento que ya ha presentado a algunos rectores de las universidades andaluzas.
Y, finalmente, su proyecto de impulsar el Bachillerato internacional. De los 12 que hay en la actualidad en Andalucía, solo uno es público y la intención de la Consejería de Educación es que en haya al menos un centro público por capital que imparta este Bachillerato y que «renueven la ilusión por tener una educación con vocación internacional» porque, según dijo, «si bien las raíces son locales, los desafíos son globales».
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