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'Target'

EL CANDELABRO ·

ARANTZA FURUNDARENA

Jueves, 28 de mayo 2020, 00:22

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Ya sé que es cosa de conspiranoicos (y de Iker Jiménez), pero a veces dan ganas de sospechar que el coronavirus lo han fabricado, con muy mala idea y tremenda precisión, en un sofisticado y maléfico laboratorio. Es que da que pensar que se cebe especialmente con las clases pasivas, que se haya llevado por delante a miles de jubilados y haya aligerado de un plumazo el presupuesto en pensiones de las principales potencias mundiales. La mal llamada gripe española de 1918 mataba sobre todo a jóvenes de entre 20 y 30 años. Un error, porque ya morían a millares en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial (bautizada por entonces como la Gran Guerra, en la ingenua convicción de que no volvería a haber otra de esas dimensiones). Pero hoy las ciencias afinan que es una barbaridad. Y siguiendo con la peregrina teoría del diseño, podría decirse que este virus se ha coronado (nunca mejor dicho) en lo tocante a eficacia.

Parece que lo hubieran teledirigido (con algún pequeño margen de error) contra un 'target' muy preciso, el de los antaño muy productivos y hoy totalmente 'rentabilizados'. Seamos sinceros: que sobra gente en el mundo es algo que en algún momento hemos pensado todos (especialmente en el paseo de las ocho), aunque por supuesto los sobrantes nunca seamos nosotros ni nuestros seres queridos... El caso particular de cada víctima puede conmovernos hasta el llanto, pero la muerte, en cifras, es algo sumamente impreciso cuando no nos ha tocado de cerca. Y así, hoy no sabemos si el luto es por los más de 27.000 fallecidos de ayer o por los casi 29.000 de anteayer o por esos cerca de 50.000 que dicen algunos... Y sin embargo el dolor (o, en su defecto, el estupor) es exactamente el mismo.

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