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La cantante Tamara participa en un proyecto solidario contra la covid. r. c.
«Mi marido y yo tenemos una parte explosiva»

«Mi marido y yo tenemos una parte explosiva»

La cantante lanza un proyecto solidario que une el bolero con el vino. «Siento que soy un alma vieja que ya ha estado varias veces en la Tierra»

ARANTZA FURUNDARENA

madrid.

Sábado, 21 de noviembre 2020, 00:02

Lo han cantado Antonio Machín, Lucho Gatica, Los Panchos... Y ahora, en un momento en el que tantas personas están perdiendo a seres queridos de los que ni siquiera pueden despedirse, Tamara también ha decidido entonar por primera vez el bolero 'Espérame en el cielo'. Lo presentó el pasado jueves en todas las plataformas digitales con un videoclip grabado en los viñedos de la bodega Linaje Garsea (Ribera del Duero), porque la canción va unida a un vino que lleva el nombre de Tamara junto a la palabra Encanto, y forma parte de un proyecto solidario cuyos beneficios irán destinados a la investigación por la lucha contra la covid-19, «y también a esas familias que lo están pasando mal con la pandemia», apunta la cantante.

A sus 36 años, esta sevillana que rinde culto a su voz y no es «muy de beber, ni de fumar, ni de salir por la noche», pero sí de tomarse una copa de buen tinto en una cena con amigos o en el sofá de su casa viendo una serie, buscaba un vino acorde a su personalidad. Y ha elegido un tempranillo con notas de vainilla y canela. «Esa es mi parte sensible, dulce, la parte con encanto -explica-. Pero luego viene un sabor más intenso que permanece en el paladar y que habla de la mujer de carácter que soy. Porque yo temperamento he tenido desde niña. Ahora lo que tengo es más sabiduría para saber administrarlo y sacarlo cuando toca».

Nacida en el hospital de la Macarena de Sevilla y criada en ese mismo barrio, Tamara Macarena Valcárcel Serrano, nieta del cantaor Rafael Farina, y la mayor de cinco hermanos, fue una niña «nada traviesa, muy responsable y obediente» que sacaba buenas notas y se exigía mucho a sí misma. «¡Esta chiquilla es una vieja, por Dios!», solía exclamar su madre... Y hoy Tamara, católica de mucha fe, que cree en el cielo y el infierno, pero también en la reencarnación budista, piensa que su progenitora tenía razón. «Por mi forma de ser y mi amplitud de ver la vida, tengo la sensación de ser un alma vieja que ya ha estado varias veces en la Tierra», desvela.

Tenía solo 15 años cuando su manera de matizar el bolero sorprendió al mundo. Era una adolescente sin apenas experiencia y parecía que hubiera sufrido ya mil decepciones. «A esa edad, todos mis amigos eran gais. Desde muy niña tuve esa mentalidad, entendí que todos somos iguales. La chica que trabaja en casa también es una más de la familia». Pronto cumplirá 18 años de convivencia con el empresario canario Daniel Roque, y 15 de matrimonio. Cuando empezaron, muchos no les veían futuro. «Quizás por la diferencia de edad, porque él me lleva once años -razona Tamara-, pero la realidad es que seguimos unidos y enamorados».

Para Tamara la clave de una relación duradera radica en seguir gustándose. «Y nosotros nos gustamos muchísimo, porque si no, el que durmiera a mi lado sería mi hermano, y tampoco es eso -ríe la cantante-. Dani y yo somos hogareños, tranquilos, nos gusta estar en familia... En el día a día somos una pareja tranquila. Pero también tenemos nuestra parte explosiva, por su carácter, por el mío, y por muchas cosas, ja, ja, ja... Si no, no hubiéramos tenido tantos niños».

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