Innovar para proteger: Málaga en la nueva economía de la defensa
Hay cinco empresas en Málaga que desarrollan munición tecnológica para el Ejército: Aertec, Mades, Clue, DHV e Indra. La lluvia de millones que va a recibir el sector defensa en pro de la «autonomía estratégica» es una oportunidad para compañías que trabajan con tecnologías duales y hasta ahora no se habían acercado a este mundo
El primer micromisil español para drones lleva el sello 'Made in Málaga'; lo mismo que la «bomba inteligente», diseñada también para aeronaves no tripuladas, de la que hablaban los medios especializados en la última edición de Feindef, la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España. Los ha desarrollado Aertec Solutions. También se fabrican en el PTA, concretamente en la fábrica de Mades, los sistemas electrónicos de precisión imprescindibles para guiar misiles, aviones de combate, tanques o radares. La lista de 'munición' tecnológica hecha en Málaga se amplía con los paneles solares de DHV Technology, que dotan de energía a satélites de uso militar, y con los ordenadores aviónicos creados por Clue Technologies, que serán el cerebro electrónico de los drones Sirtap de Airbus.
Poca gente sabe que toda esta tecnología que está ayudando a modernizarse al Ejército español se desarrolla en Málaga. La industria militar es, por motivos obvios, discreta; y además la inversión en defensa no ha sido precisamente bien vista por la opinión pública en las últimas décadas en España y Europa. Pero esto último está cambiando. La UE ha despertado de golpe de su sueño pacifista al dejar claro Donald Trump que EE UU no piensa seguir tutelando la seguridad de los europeos. Con la amenaza de Rusia a las puertas, Bruselas no ha tenido más remedio que embarcarse en un acelerado rearme: en marzo, Ursula von der Leyen lo dijo muy claro: «Europa debe prepararse para la guerra». Lo dijo al presentar la iniciativa 'ReArm Europe' (ahora 'Readiness 2030'), que busca hasta 800.000 millones de euros para reforzar la defensa europea en los próximos cinco años. Solo un mes después presentaba Pedro Sánchez el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que dedicará 10.400 millones con el objetivo de alcanzar el 2% del PIB español en inversión en defensa (como exige la OTAN) durante este mismo año.
Esta lluvia de millones va a regar desde ya el sector de defensa y seguridad con dos criterios que marcan la diferencia: la «autonomía estratégica» y la «soberanía tecnológica». En cristiano: se va a dar prioridad a la tecnología hecha aquí por empresas españolas.
Hiperactividad inversora
Estos anuncios han desencadenado toda una revolución en la llamada economía de la defensa: las inversiones y los movimientos corporativos se suceden. No es casualidad que en lo que va de año se hayan producido tres operaciones de calado con empresas malagueñas como protagonistas: una es la venta de Mades a la empresa suiza Cicor Group, la compra de la división de drones de Aertec Solutions por parte de Indra y la adquisición, también por Indra, de Clue Technologies.
Así describe el CEO de Aertec Solutions, Antonio Gómez-Guillamón, el atractivo panorama que se dibuja en este sector: «Hay unos presupuestos de defensa expansivos, un plan industrial y tecnológico para la seguridad y defensa dotado con 10.471 millones. Y lo interesante de este plan es que describe 31 programas especiales de modernización, que se suman a los 50 que ya hay en marcha: son programas con dotación presupuestaria nueva que van a empezar a aprobarse en otoño. Son programas que se adjudicarán a las grandes empresas tractoras, como Indra, Navantia, Airbus o Sener, y éstas irán haciendo contratos con empresas del siguiente nivel: ahí entramos nosotros. Lo vemos como una oportunidad de entrar en nuevos programas». La firma malagueña de ingeniería aeronáutica y aeroportuaria tiene ya actualmente alrededor de la mitad de su negocio volcado en el sector defensa; no es difícil que ese peso aumente en los próximos años al calor de este auge inversor.
Gómez-Guillamón pone el acento en que esta época expansiva que se abre para la industria militar es una oportunidad no sólo para empresas como la suya, que ya vienen trabajando para el sector defensa, sino para otras muchas hasta ahora ajenas a este mundo, que trabajan en tecnologías útiles para el Ejército. Ámbitos, por ejemplo, como la IA, la biotecnología, la ciberseguridad, la computación cuántica o los semiconductores son prioritarios para no se ven como empresas de defensa. «Hay una oportunidad para que estas empresas que vienen del mundo civil encuentren que su conocimiento es necesario para el Ejército», apunta el empresario. «Y todo esto se traduce al final en una oportunidad para que Málaga incremente su peso industrial», añade.
Mar López, CEO de la empresa de ciberseguridad Sofistic, ya afirmaba recientemente en una entrevista con SUR su intención de entrar «a saco» a por los proyectos que se derivarán del ya citado Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que reserva un 31% del presupuesto para ciberseguridad.
Alianza para impulsar la industria dual
Esta oportunidad no ha pasado desapercibida para la Junta de Andalucía, que junto a la Fundación Innova IRV impulsa un programa para impulsar en la comunidad andaluza proyectos tractores de la industria dual, es decir, aquella que cuenta con aplicación tanto civil como militar.
«Hay muchas empresas en Andalucía dedicadas a sectores no relacionados con la defensa, pero con capacidades que sí se podrían aplicar a este sector. De hecho, es que casi todas las industrias y las tecnologías son duales. Los soldados se alimentan, visten, toman medicinas; y el Ejército necesita muchas cosas además de armas», explica Fernando Chacón, vicepresidente de Defensa, Seguridad y Emergencias de Innova IRV. «El reto y la oportunidad es animar a todas esas empresas a 'alistarse' para formar parte de la cadena de suministro de los Ejércitos», apunta.
Chacón brinda un ejemplo elocuente que le pilla cerca, pues él es de Puente Genil: la carne de membrillo. «Es un producto con un valor calórico muy elevado y que envasado dura un año o dos. La industria se dio cuenta de que estas cualidades lo hacían idóneo para las raciones de combate. Actualmente la carne de membrillo forma parte de las raciones de combate en muchos ejércitos y sale de aquí, de Puente Genil», explica.
Dentro de esta iniciativa lanzada al alimón por la Junta e Innova IRV se han identificado cuatro retos que están «alineados tanto con las capacidades regionales como con los objetivos de autonomía estratégica de la UE«: el desarrollo del vehículo ARES+D (un vehículo terrestre modular, 4x4, operado a distancia y de bajo coste, diseñado tanto para emergencias y protección civil, como para labores de vigilancia rural y apoyo militar), la valorización de residuos mineros, el hidrógeno verde y el almacenamiento energético y el mantenimiento predictivo para vehículos».
Mapeando las empresas con potencial
Innova IRV está inmersa en los trabajos para 'mapear' compañías andaluzas cuyos productos o servicios sean potencialmente atractivos para uso militar. «Por ahora apenas hay 500 empresas en Andalucía que trabajen para el sector defensa: son muy pocas y queremos que sean muchas más. «Andalucía debe aprovechar una ventaja: tiene a los tres ejércitos: tierra, mar y aire [Sevilla tiene el Acuartelamiento Aéreo de Tablada y la Base Aérea de Morón, Cádiz tiene bases de la Armada y del Ejército de Tierra y Córdoba albergará la futura Base Logística del Ejército de Tierra]». Esta iniciativa se presentó en Feindef a la vez que el Hub de Defensa de Andalucía, una organización puramente privada que nace «con la vocación de impulsar sinergias entre todos los actores implicados en la industria de defensa y su cadena de valor para ampliar las oportunidades para la industria andaluza, especialmente las pymes».
Aertec Solutions
Fundada en 1997, Aertec Solutions empezó en seguida a desarrollar proyectos de ingeniería para el A400M, el avión de transporte militar que fabrica Airbus en Sevilla, y a día de hoy lo sigue haciendo. «El 50% de nuestro negocio depende del sector defensa», afirma su CEO, Antonio Gómez-Guillamón. La firma participa en el programa más ambicioso que tiene Europa: el Future Combat Aerial System (FCAS), que persigue desarrollar una 'nube de combate' formada por enjambres de drones y un caza de sexta generación. También está contribuyendo al desarrollo del dron Sirtap de Airbus, que está ya en fase de pruebas tras finalizar la de prototipo.
Hace sólo unos meses, la empresa malagueña cerró un acuerdo con Indra para la venta de su filial Aertec DAS (Defence and Aerial Systems). Con una plantilla de 46 personas, esta división es la responsable del diseño y fabricación del sistema aéreo no tripulado clase 1 de ala fija Tarsis, y sus versiones armada, el Tarsis-W, y de inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento, el Tarsis-ISTAR. «Éramos la única empresa con una aeronave de estas características en España. Indra no tenía esta capacidad y se hace con Tarsis en un momento de desarrollo muy maduro, con la intención de asumir la inversión necesaria para la producción industrial», explica Gómez-Guillamón. La intención de Indra es apoyarse en la compra de esta división para «la creación en Andalucía de un polo industrial y de ingeniería de drones».
Aertec Solutions también tiene en su catálogo innovaciones relacionadas con los sistemas de misiles, como el primer micromisil español que va montado en un dron, el Fox I, o la BAT (Bomba Ala Táctica) o 'bomba inteligente' un sistema de munición guiada y planeadora diseñado para operar desde aeronaves no tripuladas.
La firma aspira ahora a sumar nuevos contratos ligados al nuevo Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, reforzada financieramente tras la venta de DAS.
Mades
La empresa llamada hoy Mades ha cambiado de nombre y de dueño varias veces en su ya larga historia. Fue, de hecho, la primera empresa que compró una parcela en el PTA, allá por 1990. Entonces era Hugues Microelectronics, una firma americana que vino a fabricar aquí los primeros microchips para mascotas. En 1997 la planta fue comprada por la también estadounidense Raytheon y pasó a denominarse Raytheon Microelectronics España. Y en 2003 se incorporó a Elcan Optical Technologies, una división de Raytheon con la que empezaron a fabricar sus primeros sistemas electrónicos para aeronáutica y defensa. En 2015 se produjo su adquisición por parte del grupo estadounidense American Industrial Acquisition Corporation (AIAC), que es la que rebautizó la planta con el nombre de Mades (Málaga Aerospace, Defense and Electronics Systems), dándole un fuerte impulso que la llevó a doblar facturación y a participar en programas de defensa internacionales de primer nivel, como Airbus A400M, Eurofighter EF-2000 o el helicóptero Tigre.
En 2022, el grupo francés Latecoere adquirió Mades con la idea de ganar presencia en el mercado de defensa americano. Y este mismo año se ha producido otro cambio de manos: el comprador es Cicor Group, que quiere construir «la plataforma paneuropea líder en servicios de diseño y fabricación de electrónica para el mercado europeo de defensa».
Según el último dato conocido, Mades emplea a unas cien personas y generó unos ingresos de aproximadamente 29 millones de euros en el ejercicio fiscal 2024. La empresa se centra en soluciones electrónicas para la industria aeroespacial y de defensa. Es socio tecnológico de empresas líderes en aeroespacial y defensa, aunque también tiene clientes de los sectores médico, automoción y ferroviario, entre otros.
Clue Technologies
Esta empresa del PTA salió del anonimato cuando fue protagonista de una visita del presidente Pedro Sánchez en 2023. Especializada en sistemas electrónicos complejos para aeronaves, Clue ha sabido posicionarse como un socio clave de grandes compañías como Airbus, Indra o Navantia. Con un perfil altamente técnico y un equipo con amplio expertise en soluciones para defensa y aeronáutica, ha participado en importantes proyectos como el FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) o el A400M. Su discreción sólo se ha roto otra vez después de la visita presidencial: en abril de este año, cuando Indra anunció su adquisición por cerca de 40 millones de euros.
El equipo de Clue, compuesto por unos 60 profesionales, desarrolla soluciones que integran inteligencia artificial y analítica de datos para mejorar la seguridad y eficiencia energética de los sistemas aeronáuticos.
En 2023, Clue había registrado una facturación de 4,3 millones de euros, un 30,7% más que en el año anterior. La empresa participa en diversos proyectos de I+D+i nacionales y europeos, colaborando en iniciativas estratégicas como los Perte Naval, Aeroespacial y de Microelectrónica y Semiconductores.
Indra
Indra es una de las grandes empresas tractoras del sector de defensa en España: se definen así las compañías capaces de liderar programas estratégicos, coordinar cadenas de suministro y marcar la pauta tecnológica e industrial en defensa. La compañía lleva ya varios años redoblando su apuesta militar. Y dentro de su estrategia se comprenden las adquisiciones que ha realizado, entre las que figuran varias empresas andaluzas: desde la cordobesa Deuser hasta las malagueñas Clue Technologie o DAS (la división de drones de Aertec). Sus responsables han manifestado su intención de «transformar Andalucía en un hub de tecnología puntera al servicio de la defensa y el espacio europeo»
Indra tiene, además, presencia directa en Málaga, con una oficina en la que unas 150 personas trabajan enfocadas principalmente a proyectos aeroespaciales y de defensa.
DHV Technology
DHV Technology es una de las pocas empresas europeas y la única española que fabrica paneles solares para alimentar satélites. Hasta 340 dispositivos que ahora mismo están orbitando la tierra llevan a bordo la tecnología de esta empresa ubicada en el Parque Tecnológico desde su fundación en 2013. Tiene 150 empleados y está especializada en lo que se llama el «subsistema de potencia», que son los paneles solares que suministran la energía y los mecanismos que permiten el giro de las placas para orientarse hacia el Sol.
En 2023 facturó 20 millones de euros. Tiene clientes en todo el mundo, desde la NASA o las agencias espaciales de diferentes países europeos, hasta empresas privadas que tienen diferentes tipos de satélites orbitando. También ha empezado a trabajar para el sector defensa.
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