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Manuel Salcedo tiene una explotación de caprino en Ardales desde el año 2000. :: sur
«El que se dedica a la cría de la cabra malagueña lo hace por una cuestión vocacional»

«El que se dedica a la cría de la cabra malagueña lo hace por una cuestión vocacional»

Manuel Salcedo Presidente de la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (Cabrama)

EUGENIO CABEZAS

MÁLAGA.

Sábado, 28 de diciembre 2019, 18:57

Manuel Salcedo nació en Ardales ha ce 52 años. Titulado en formación profesional de grado superior, como técnico en conservación vegetal, trabajó durante once años en la empresa malagueña Almendrera del Sur. Sin embargo, desde 2000 se dedica en exclusiva al sector del caprino en su localidad natal, en una explotación que abrió en un terreno familiar. Desde 2008 pertenece a la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (Cabrama), colectivo del que es presidente desde el pasado mes de noviembre.

-¿Cuándo se funda Cabrama, por qué, cuántos socios tienen y cuántas cabezas de ganado hay en Málaga y repartidas por España?

-Cabrama se funda en 1983. A los cuatro años se abrió el primer libro genealógico y en 1989 se constituyó el programa de mejora genética. Tenemos una raza de cabra que, por sus características, es única. El objetivo es fortalecer los patrones raciales y mejorarlos siempre. Llevamos un seguimiento de la raza. Ahora mismo somos 84 socios, con 35.000 cabezas de ganado. En Málaga hay unas 200.000 cabezas de ganado. Somos la provincia que más tenemos, y en toda España hay alrededor de 1,8 millones.

«Van oscilando, tenemos tres años malos, a la baja, y luego uno o dos en los que los precios suben»

-¿Cuál es la producción actual de leche en litros totales, y en kilos de carne de chivo y cómo ha evolucionado en los últimos años?

-No sólo es importante la producción de leche, sino también la morfología de los animales. Málaga está produciendo unos 80 millones de litros de leche de cabra al año. De carne de chivo, la provincia produce unos 300.000 kilos cada ejercicio. La evolución ha sido estable, aunque últimamente hemos detectado una bajada en las explotaciones, que ha incidido en una caída de la producción de leche y de chivo, pero ha sido por abandono, a raíz de la última crisis que tuvimos por los bajos precios de la leche.

-Precisamente, ¿cómo son los precios que se pagan al ganadero? ¿Compensa dedicarse a la ganadería de la cabra malagueña en estos momentos?

-Van oscilando, hay cambios en periodos de dos a cuatro años. Tenemos tres años malos, a la baja, a 5 céntimos por extracto quesero, y luego durante un año o dos sube, hasta los 9 céntimos. Los años de precios bajos estamos en pérdidas y los de precios altos hay más rentabilidad. Esta oscilación de precios hace que la situación sea muy complicada. Es una dedicación vocacional, por el tiempo que se dedica a estas explotaciones y compensarlo con el rendimiento no se puede. El que se dedica a esto lo hace por una cuestión vocacional. Se puede vivir pero no es para sacar grandes rendimientos. El precio del chivo no sube, lleva así igual veinte años. Ahora estamos a 5,3 euros el kilo.

-¿Dónde se vende la leche, en qué mercados, cuánto a granel y cuánto se transforma en queso? ¿Y la carne?

-El 90% sale fuera de la provincia, principalmente a las grandes plantas de transformación de queso, como García Baquero o Entrepinares, y alguna parte va a la exportación. En la provincia se está transformando en torno al 10%, principalmente a través de Agasur, Agamma y DCOOP. El chivo se vende principalmente al levante y Cataluña, aquí apenas se queda el 10% de la carne. A pesar de que somos la principal productora de leche y chivo, el consumo aquí no es una seña de identidad, a pesar de que era algo fundamental en la dieta de nuestros padres y abuelos.

-¿Qué demandas hace a las administraciones públicas? Creo que uno de los problemas más habituales tiene que ver con la legalización de las explotaciones ganaderas...

-Eso, sobre todo facilitar a las explotaciones su legalización, desde el punto de vista urbanístico. Muchas se constituyeron cuando no había tantos controles y necesitan una regulación. Son muchos los requisitos que se exigen, por lo que muchos ni lo intentan. Debería potenciarse porque es una de las formas de apostar por el arraigo de la población en los pequeños pueblos del interior. Cada vez hay más burocracia para poder montar una explotación ganadera, por lo que debería haber muchas más facilidades por parte de las administraciones públicas. Otra cosa que demanda el sector es que se destinen más fondos a la investigación de los asuntos sanitarios del sector caprino.

-- Tienen un centro de interpretación de la cabra malagueña en Casabermeja, ¿es posible explotar esta vertiente turística del sector?

-Se hizo con la idea de que la población conociera el origen de los productos de los que nos alimentamos, fundamentalmente la leche y la carne. Es también una forma de diversificar al sector caprino. Llevar a visitantes de la costa al campo para que conozcan cómo es el funcionamiento de una explotación ganadera, cómo es el día a día, cómo se extrae la leche, cómo se crían los chivos... Así ven el valor añadido que tienen estos productos. Si se paga un poco más por un queso de cabra de Málaga es para que se sepa porqué es. Es una forma de futuro, para que algunas explotaciones puedan ofrecer una vertiente turística de la tradición ganadera.

- ¿Qué otros proyectos tienen entre manos para los próximos años? ¿Cómo cree que se podría mejorar la rentabilidad y la comercialización de la cabra malagueña?

-Nuestra principal apuesta es la innovación en el sector caprino. Estamos desarrollando un programa muy interesante, en el que estamos utilizando la informática para el control genético de la cabaña de la cabra malagueña, lo que facilita mucho al ganadero para tener información constante de lo que tiene en su explotación. Toda la historia del animal está metida en un dispositivo, para que en ese momento el ganadero pueda tomar una decisión sobre ese animal. Se ha desarrollado a través del proyecto Cabra Andalucía, en el que están los ganaderos de las cuatro razas que hay en la comunidad: la malagueña, la murciana, la florida y la payoya. Hemos empezado a utilizarlo, pero queremos extenderlo a todos los socios. Con esto podremos conseguir los mejores resultados.

- ¿Qué otras ventajas tiene este sistema tecnológico?

-Te permite controlar cuánto se está gastando en pienso o produciendo de leche o de carne de chivo. Los ganaderos tienen que gestionar sus explotaciones como una empresa, para buscar la mejor producción, con la mejora genética como eje fundamental.

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