David Moscoso: «La vuelta de la competición deportiva es un alivio social»

David Moscoso es todo un experto en sociología del deporte, disciplina de la que es profesor en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Sus conocimientos en este ámbito han llevado al Gobierno a pedirle un informe sobre los efectos de la pandemia en el deporte y cómo abordar la desescalada.

-¿Qué propuestas recoge el informe? ¿Se están aplicando?

-El informe hace un diagnóstico de la situación deportiva y recoge medidas de impulso para su reconstrucción, encaminadas a recuperar el acceso a la práctica deportiva, apoyar el deporte federativo y la reactivación económica de empresas y servicios del sector. Se proponen beneficios fiscales a consumidores y empresas, mejora de las medidas de mecenazgo para las federaciones y eventos deportivos, mantenimiento de los contratos de los deportistas de alto rendimiento de cara a los Juegos Olímpicos. Me consta que en algunas tienen interés y se encuentran en estudio.

-¿Cómo valora la gestión del Gobierno en esta crisis ?

-No ha sido muy diferente a la gestión de la mayoría de gobiernos europeos y casi ningún país preveía una situación así y probablemente ha habido aciertos y errores, como en el resto de países. En cuanto al deporte, creo que la actual coyuntura es una gran oportunidad para trazar un cambio profundo en nuestro modelo para consolidar el deporte base y extenderlo en la mayoría de la población, sin abandonar el apoyo al deporte de competición. Sin embargo, las primeras medidas del Gobierno no parece que vayan en esa dirección, sino hacia un continuismo del modelo de alta industria del deporte y del fútbol como deporte acaparador. Creo que se debe hacer política deportiva de verdad pensando en la mayoría social.

-¿Qué consecuencias he tenido el confinamiento en el deporte?

-La mayoría se ha adaptado a la nueva situación para practicarlo en casa y en este momento ya han retomado su actividad al aire libre e incluso puede que el número de practicantes se haya multiplicado, aunque estamos a la espera de encuestas que lo constaten. En el caso de los deportistas profesionales, están sufriendo una gran inquietud por la incertidumbre sobre su futuro, ya que el coste de oportunidad de la carrera deportiva de élite es muy alto. En algunos casos, incluso, han quedado abocados al paro de repente.

-¿Cómo ha sido el impacto en la vertiente económica?

-El impacto es evidente en los contratos multimillonarios de publicidad y esponsorización de equipos y competiciones, y que en muchos casos revertirán en una crisis de clubes y federaciones deportivas, dado que son el grueso de sus ingresos. El sector deportivo representa el 1,5% del PIB en España con casi 15.000 millones de euros anuales. La principal damnificada ha sido la industria de la comunicación, ya que el impacto económico está en la producción de las retransmisiones deportivas, que suponen en España 10.000 millones de euros al año, un 1% del PIB. con 3.000 millones en derechos audiovisuales y 1.200 millones en impuestos. Pero también se están viendo afectadas las 35.000 empresas de servicios y productos deportivos y el turismo deportivo, que representa un impacto de más de mil millones.

-¿Cómo ve los efectos en la sociedad de la ausencia de eventos deportivos y su reanudación ahora sin público?

-Cambios en los comportamientos de los espectadores se van a producir, pero habrá que definir en qué grado. Lo previsible es que se retome la asistencia a los eventos cuando todo mejore pero eso no ocurrirá con casi toda probabilidad hasta otoño o el próximo año. En todo caso, la asistencia de público ha ido disminuyendo en los últimos años, pasando del 48% en el año 2000 al 35% en 2015 debido al progresivo incremento del consumo de deporte televisado y por Internet. El riesgo de contagio por el virus puede ser una razón más para no ir a estos eventos, lo que beneficiará a los medios de comunicación.

-¿Sufrirán algunas disciplinas deportivas más que otras esta crisis?

-Es muy difícil de vaticinar, ya que no tenemos precedentes y es la primera vez que el deporte en España se encuentra en estado de 'shock'. Está claro que determinadas especialidades sufrirán mucho, sobre todo porque el músculo financiero que tienen detrás no es el mismo. Con la salvedad del fútbol y el baloncesto, que disfrutan de contratos televisivos esenciales en sus economías, el resto de disciplinas dependerán para su supervivencia del rescate de las administraciones. Se requiere de un potente plan de reconstrucción del sistema deportivo, fiscal y redistributivo, que aúne a todas las administraciones y también al sector privado.

-Dada la importante vertiente social del deporte, ¿en qué puede ayudar en la recuperación?

-El deporte es una especie de religión civil y de compensación y tiene la capacidad de llenar vacíos emocionales en el ser humano, de generar expectativas e ilusiones colectivas, de hacernos sentir felicidad y tristeza como parte de proyectos que en realidad no son nuestros, sino de otros. Desde luego, la vuelta de la competición va a aumentar los ánimos de los aficionados y espectadores, dado que el deporte representa una válvula de escape de emociones y sentimientos contenidos en nuestra sociedad. En este sentido, el regreso de la competición contribuirá a generar un alivio social ante la dureza de la pandemia.

-Hasta hace poco estuvo en política como parlamentario de Podemos en Andalucía, ¿cómo ve la política? ¿tiene algún paralelismo con el deporte?

-El ambiente político de nuestro país es democráticamente inaceptable. En el deporte hay valores como el respeto por el adversario que en la política no existen y se debería suspender a los que no lo guardan. Ojalá en la política hubiese juego limpio, empatía y trabajo en equipo.