UNA CONVIVENCIA QUE ES POSIBLE

A pesar de que los campos de golf han sido uno de los grandes señalados durante décadas en épocas de escasez de agua durante décadas, lo cierto es que la huella ecológica por suministro de agua e impacto en el medio es cada vez menor. Las instalaciones se han ido modernizando para optimizar agua reciclada, aunque aún quede recorrido para que el cien por cien lo haga. No solo es suficiente con abastecerse con este tipo de aguas, sino optimizar su uso, ya que el reciclaje de este recurso natural básico también tiene un coste.

Además, muchos de los campos, tanto clásicos como de nuevas construcción, apuestan acuden a biólogos y especialistas para adecuarlos a la fauna y flora autóctona. Esto supone convertir una adversidad en una ventaja, ya que muchas especies avícolas y botánicas están encontrando en las instalaciones deeste deporte un lugar de refugio en lugar de una amenaza.