

El Javier Ojeda más profundo rueda en la Cueva del Tesoro
La cavidad se convierte por primera vez en plató para el videoclip de la nueva canción del malagueño, la única balada romántica de un disco «incorrecto»
Javier Ojeda avisa que prepara un disco «incorrecto», un álbum que invita a 'salir de la cueva' y anima a la diversión en un tiempo ... de rabia y frustración. Canciones festivas a las que sirve de contrapunto una balada romántica que recuerda al soul de Filadelfia, con coros y una potente banda detrás. El malagueño se pone profundo con 'No sé decirte adiós', el single de adelanto de su nuevo disco 'DeCantando' del que este lunes rodó su videoclip. Una canción escrita desde la entrañas para la que Ojeda bajó a las mismas entrañas de la tierra: la Cueva del Tesoro, en Rincón de la Victoria, pone el marco natural a este tema que verá la luz el 18 de diciembre.
«Parece un decorado de Hollywood», dice el líder de Danza Invisible mientras señala las caprichosas formaciones rocosas que ha provocado el mar en esta cavidad. Es la primera vez que este singular enclave se usa como plató de rodaje de un videoclip de principio a fin. «Me sorprende que no hayan grabado antes aquí», añade la directora del audiovisual Eva Nilsen. El entorno lo pone fácil: unos cuantos puntos de luz repartidos por la cueva es todo el atrezzo que necesitan para la filmación.
La historia milenaria que aportan las paredes de esta cueva, una de las tres únicas de origen submarino que se conocen en el mundo, contrasta con la estética moderna de los protagonistas del videoclip. Como un hombre de las cavernas del siglo XXI, Javier Ojeda luce un llamativo traje de chaqueta de animal print. Dos bailarinas le acompañan con una imagen urbana y movimientos de danza callejera en los primeros planos rodados en la Sala de Marco Craso. Las cámaras se moverían después por otras galerías, hasta terminar la filmación con casi una docena de músicos en la laguna de la cueva.

'No sé decirte adiós' rompe con el resto de las canciones, es prácticamente la única balada en un álbum «enérgico» y «gamberro» que en parte sirve de continuación a 'Días de vino y rosas', su anterior trabajo en solitario. 'DeCantando' son «dos discos en uno» y responde al juego de palabras de su título. La mitad del disco sigue en esa línea de 'decantar' buenas melodías, versiones de los años 50 con un sonido americano y un contenido «canalla» sobre beber y hacer el amor. La otra mitad son temas propios, con esas mismas referencias en las letras pero con el 'sello Ojeda' en lo musical.
La publicación de 'DeCantando' dependerá de la evolución de la pandemia. Javier Ojeda quiere lanzarlo cuando pueda presentarlo en directo, porque la falta del escenario es «lo que peor» lleva de esta situación. Le mantienen la ilusión jornadas como la de ayer, grabando en un lugar singular una canción «con una producción como las que ya no se hacen» (con sección de metales, de cuerda y coro). Y que, además, es la preferida de Gema, su mujer. Por eso la busca con la mirada mientras canta y a ella, entre bambalinas del rodaje, le lanza un beso cuando la cámara no le enfoca. El Javier Ojeda más profundo.
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